EL MASINO SE ACERCA A
ANDALÁN DE LA MANO DE ELOY FERNÁNDEZ CLEMENTE.
“tuvimos de todo: muchos
“secuestros” policiales de la revista, expedientes, cárcel. Pero sabíamos que
teníamos la razón, nuestras luchas y esperanzas eran tremendas. La solidaridad
de miles de personas nos daba mucha moral.”
--Supongo que ANDALÁN fue
algo más que una “aventura” periodística….era algo así como una manera de
“hacer reivindicación”, “hacer gente y tierra”, una especie de ágora de
pensamiento y reflexión sobre lo que fue, era y debía ser Aragón?
--Sí,
fue todo un movimiento por las libertades, la democracia, la solidaridad
humana. De ahí sus concomitacias con el PSA, surgido
pocos años después, y con toda la izquierda en general, con la que hubo mil
colaboraciones. Lo que pasa que en este caso decidimos llevar a cabo todo eso
por medio de una publicación quincenal, luego semanal, luego de nuevo
quincenal, que duró casi 15 años.
--¿Nos puedes resumir en
pocas palabras cómo fueron aquellos años?
--Fueron
años compulsivos. La Dictadura, en sus estertores finales y con el general
viejo y caduco, no sabía bien qué hacer, se desconcertaba ante este tipo de
desafíos razonadores, serenos, tenaces. Entre 1972 y 1978 tuvimos de todo:
muchos “secuestros” policiales de la revista, expedientes, cárcel. Pero
sabíamos que teníamos la razón, nuestras luchas y esperanzas eran tremendas. La
solidaridad de miles de personas nos daba mucha moral.
--Háblanos del equipo Andalán; de cómo era y se desarrollaban las reuniones,
discusiones, anécdotas…
--Fue
toda una escuela de periodismo, con horas y horas de debates, discusiones
formales y de fondo, y también de ciudadanía, de política, cultural. Todos
guardamos recuerdos magníficos de aquellas sesiones de los lunes.
--Andalán
tiene que ver con plantar un árbol y plantar un árbol es una responsabilidad
que tiene que ver con cuidarlo y hacer lo posible para que crezca bien….con ir
“hacia adelante”….me da la impresión desde los primeros días que me vine a
vivir a esta tierra que es Aragón que a la gente le hace falta creerse el
verdadero potencial de esta tierra; pienso que les hace falta un empuje, un
“empujón” para espabilar e iniciar el camino de “ir adelante” ¿qué piensas?.
--Sí,
la gente en Aragón es buena, por lo general (nacidos o no aquí, eso no nos
importa nada: es la colectividad la que vive, conoce, ama, defiende el
territorio y sus pasos adelante), pero algo resignada, salvo minorías. Cavar a andalán es hacerlo de una vez, sin dudas, sin pocicos individuales, sino surcos largos y luego se echa tierra
entre árbol y árbol. Da idea de trabajo colectivo, de rapidez, de unidad.
--¿Qué crees que supuso el
caminar de Andalán para el aragonés y la aragonesa?
--Un
avance notable, el descubrimiento por muchos de tantos valores culturales,
rescatados de la historia, el Derecho, el arte, la literatura, las costumbres,
canciones, lenguas, etc. Y ciudadanos, modos de luchar, de comportarse. El
problema está, me decía en sus últimos años Labordeta, en que aunque hemos
trabajado mucho, sigue todo verde, regular, hay que seguir trabajando más y
mejor, si es posible. Es duro.
--Si existiese, hoy en día Andalán, ¿estaría vinculado al compromiso, ideas y maneras
del movimiento ciudadano 15-M?
--Sí,
pero más que nuestra generación, muchos en torno a los 70 como es natural
cuarenta y un años después de surgir (aunque mental, ideológicamente,
simpatizamos con muchas de esas protestas), en la gente que hoy habría
continuado. De todos modos, hace tres años que, por iniciativa de esas
generaciones sucesoras, existe una web, andalan.es , que es visitada por
algunos miles de personas al mes, y en la que se “cuelgan” artículos muy
radicales y claros sobre la crisis económica, política, social, moral, que
padecemos, y tantos granujas como se aprovechan de ella.