Cincuentones

Concha Cebrián

Ahora se ha puesto de moda, los eventos de las celebraciones de los 40, 50, 60, 65 y a nosotros, como no, nos ha tocado la de los 50 añitos. Nos comentaron los del pueblo: - vamos a celebrar los 50 cumpleaños todos los masinos que hayan nacido en 1960. Andrés, Manolo, Rafa y Enrique se pusieron a la faena y con mucha ilusión lo fueron comentando y buscando a todos. Nos pareció una idea genial. Fuimos alrededor de 44 personas con sus parejas, algunos fallaron… pero pocos. Ese año fue muy fructífero y aquí estamos cumpliendo 50 que es un año muy redondo. Somos una generación contemporánea de Zapatero, Antonio Banderas, Pastora Vega, Loquillo, etc. Aunque son grandes figuras nacionales, en el pueblo no nos quedamos cortos y tenemos al Juanín y a todos los que salimos en la foto, (que fue un detalle de la organización).

A mí, personalmente, tengo que comentar que disfruté muchísimo, todos contentos nos juntamos en la plaza y nos hicimos fotos, de lado, de frente, y posteriormente nos fuimos al Salón Social a cenar con catering. Todo estaba preparado y recordamos cosas de nuestra infancia, de nuestros momentos compartidos, de nuestros sueños tempranos, del cole, de nuestros maestros (Doña Pabla, Don Eugenio, Don Rogelio, Doña Nelia, Doña Tere, Doña Gloria, Don José Antonio, Don Fernando, Doña Patrocinio, Doña Mercedes, Don Paco, Don Carlos, etc.) Es imposible recordar a todos. De nuestros juegos de “a civil y a ladrón”, “a beli va”, al “churro”, al “escondite”, recordamos nuestros guateques, las excursiones al molinico, las filas que hacíamos para cantar a la virgen de mayo, del club de las cazuelas, del plantel, de nuestros primeros bailes, de las peñas, del pocico del corralico la cal,… en fin, todo un recorrido por nuestra infancia que fue decisiva para nuestras vidas y al fin y al cabo, somos como somos por esas experiencias que todos hemos vivido y hemos compartido.

Después Luis Manuel Monterde y Jesús Cortés, nos amenizaron la velada con canciones de nuestra juventud, bailamos el farolillo, cantamos a Camilo Sexto, recordamos a Rocío Dúrcal y no paramos y nos contagiaron su ímpetu a las casi 45 personas que estábamos allí y nos movimos casi sin parar hasta las 4 de la mañana. Salimos cantando jotas y se fueron a comer huevos fritos hasta las 7 de la mañana. En fin, fue entrañable, gracias a todos por esa velada. Espero celebrar muchos de estos eventos más.