Editorial

Todos los meses una nota recuerda que es preciso elaborar el editorial para El Masino, pero no todos los meses es tan sencillo, porque no todos los días se producen “fenómenos”. La verdad es que pensábamos que nadie o casi nadie leía El Masino, pero nos hemos equivocado. Rogamos nos disculpen porque no tan sólo, nos lee el masino y la masina sino que este importante ejercicio tiene lugar más allá de nuestras humildes tierras. Gracias.

A lo que íbamos, es difícil tener que plasmar en poco espacio y con poco tiempo una idea que conforme un editorial y ustedes me dirán: ¿es que no hay temas de los que hablar?. Sí y de sobra, pero hay que encontrar un equilibrio entre la actualidad y lo que viene siendo noticia y dar con un tema que llame la atención a la ciudadanía. A menudo, cuando no hay un tema aplastantemente por encima de otro lo que se hace es intentar juntar varias piezas del puzzle de la convivencia que todavía “se ven” o “se notan” como alejadas de la realidad.

Ya les hemos explicado, varias veces, que el GEMA tiene una biblioteca con títulos especializados… una biblioteca abierta a todos y a todas… nos agradaría que los libros les ayudasen en sus estudios, a pasar algunas horas de ocio, a entretenerse y a intentar conciliar la lectura y el establecer conocimientos de nuestras tierras, del Mas y más allá. La biblioteca del GEMA es particular y un tanto específica -no tiene apenas novelas, por ejemplo- pero les animamos a que la visiten y tengan en cuenta lo que allí se atesora… pueden sacar de la visita un nuevo gusto por la lectura… sería como encontrar un nuevo filón.

También se les “invita” a su participación, respecto a El Masino, más allá de la lectura. Nuestras oficinas están abiertas para que nos propongan temas de los que hablar en un editorial o por los que valga la pena hacer un hueco entre los artículos y reportajes… se trata de llevar a cabo y practicar con más ahínco la participación ciudadana. No todos los lectores tienen porqué tener ganas de ponerse a escribir, eso está claro, pero si todos los masinos deberían esforzarse por poner algo de su parte para mejorar el pueblo y la convivencia y ese ejercicio lo pueden ustedes realizar proponiendo temas.

Para finalizar, un ejercicio de autoestima: nuestro pueblo si se dan una vuelta por ahí no está nada, pero que nada mal… podría estar mejor, sí… pero visto lo visto por ahí, de lo que más nos deberíamos de preocupar es de conservar más lo que tenemos y cuidarlo con un poco más de cariño. Sin más. El ciudadano es el que hace el pueblo… es el que marca el dinamismo… el que marca las pausas y el que infunde , más o menos, respeto al político… éste no es más que un gestor “contratado” para cuatro años, pero somos nosotros, los ciudadanos y ciudadanas, de un pueblo de unos 1500 habitantes los que marcamos el “tempo”. Creemos que es más costoso, pueril e irracional… por no decir poco responsable: llorar las desgracias que intentar solucionarlas.