Charradicas
Miguel Ángel Royo Sorribas

 

Bienvenido Rodríguez tiene la solución para taponar la fuga de petróleo de la British Petroleum en el Golfo de México. Ya hace días que me ha explicado la sencilla forma de parar el vertido, y el mundo no nos perdonará que hayamos tardado tanto tiempo en hacerla pública. Si Bienve se hubiera puesto en contacto directamente con la compañía o con un periódico diario quizá ya se hubiera parado el desastre ecológico, pero nosotros salimos mensualmente y siempre con retraso. Este mes de mayo tendrán que esperar hasta junio las noticias de nuestra villa, los últimos nacimientos o los nuevos comulgantes; lo primero es lo primero.

Insistió bastante nuestro ingeniero hasta que por fin le hice caso. Tenía dibujados en varias servilletas de papel del bar de la plaza los planos del sellado de la tubería, y después de dudar un momento pues no tiene la patente todavía, me dejó fotocopiarlos. Entre los crokis de la sección de la tubería puede leerse varias veces Gracias por su visita. Como Bienve no tiene internet quería que le buscara alguna foto o algún vídeo para hacerse una idea precisa de la magnitud de la grieta causada por la explosión.

Me explicó que él ha taponado muchas fugas de gas con su método, que todavía son más difíciles de sellar que las fugas de fluidos. Primero se ponen unas bridas que se acoplen al tubo con cuatro medias cañas que se agarren bien, apretando de esta forma el tubo que está roto. Se pone una válvula que no entendí muy bien cómo ni dónde, porque reconozco que no paraba cuenta de lo que me explicaba, aparte de que hay que tener nociones básicas de ingeniería que no tengo. Se agujerea la válvula con una broca, pregunto en mi ignorancia si del quince, y me dice que puede valer. Como tenemos la válvula que se puede cerrar cuando queramos, se le pone un tapón con unas orejetas con cuatro bridas igual que en la primera intervención, y con un tornillo pasante para que vaya de arriba a abajo apretando dejamos la distancia suficiente para que con un tubo cónico se apreten las dos secciones, así los dos tubos se meten uno dentro el otro y arreglado. Cuando por fin se cierra herméticamente, giras la válvula y ya lo tienes dominado. El problema más gordo que ve Bienve es que todo esto lo tiene que hacer un robot teledirigido, porque la avería está a muchos metros de profundidad en el fondo del mar, pero se le explica bien y que lo haga.

Con este método ya pudo evitarse el desastre del Prestige, que estuvo vertiendo fuel hace ocho años en la costa de su Galicia natal y la llenó de chapapote. A ver si esta vez puede utilizarse con éxito, y las compañías petrolíferas dejan de emporcar el mar, porque si ves los anuncios que hacen parece que todo es sostenible y limpio, pero luego te das cuenta de que son unas marranos de campeonato.