Esta crónica no la escribiría, sino fuera porque desde niña no he oído hablar de otra cosa en mi casa a mis padres, más que de coches, de motores y de mecánica en general. El ruido de motor de coche lo llevo en el corazón como recuerdo, especialmente de mi padre.

Cuando en mi casa venía un modelo nuevo de coche, lo que más me llamaba la atención no era lo bonito que podía ser, sino el motor, su ruido y su mecánica. Toda mi familia siente lo mismo que yo. Mi padre hace muchos años se montó con el chasis solamente, en el Mas y en mi casa, un camión. Aún se acuerdan de aquella obra de arte mecánica algunas personas del pueblo.

Felicito a los organizadores de Motorland Aragón por el día tan maravilloso que hicieron pasar a la multitud de personas que se desplazaron a Alcañiz. Todo fue un gran éxito, qué maravilla de coches, qué circuito, qué sonido de motores, qué pilotos, qué mecánicos, si hubiera que dar a todos una nota sería un 10, pero porque no existe más puntuación.

Una cosa que me alegra mucho es que en todo el mundo cuando anuncien una carrera de coches en España dirán, eso se celebrará en Alcañiz, provincia de Teruel y se sentirán orgullosos los turolenses, los alcañizanos y los bajoaragoneses.

Espero y estoy segura de ello, que a lo largo de los años, Motorland nos irá ofreciendo este espectáculo del mundo del motor como el del día de su inauguración.

Todo esto será posible con la intercesión de la Virgen del Pilar por aragoneses, de Santa Emerenciana por turolenses y de la Virgen de Pueyos por alcañizanos. Un Viva para las tres.