El Centro Asociado Dinópolis en Mas de las Matas

Edurne Guevara

En Casa Feliu y en su planta baja está el Centro Asociado Dinópolis, les ofrecemos aquí algunas claves para intentar que a la hora de visitarlo se entienda mejor aquello que se ve o que si lo han hecho, se animen a hacerlo otra vez porque, de cada una de las visitas, se sacan nuevos conocimientos e impresiones.

No tratamos de explicar todo lo que allí se explica, pero si de poner unos cimientos de conocimientos genéricos, seguro que más adelante encontraremos más argumentos para comentar y compartir con ustedes.

Este centro tiene mucho que ver con la geología que es el estudio de la tierra y se diferencia de otra ciencia, a priori un poco paralela que es la geografía, en que ésta se encarga de la descripción de la tierra, de contar cómo es, mientras que la geología tiene más a ver en los fenómenos que experimenta la tierra y que determina su comportamiento.

Por ejemplo, para contarnos por qué la tierra tiene la presente conformación y disposición, nos lo explica la geología, también lo hace con los fenómenos que experimentan los continentes con los océanos y los continentes. Por otra parte si queremos saber cómo es África será un geógrafo quien nos los explique mejor.

Para entender la tierra, estamos hablando de geología, tendremos que entender su evolución e historia. La evolución es un cambio en el tiempo porque la tierra no es la misma antes y después de un terremoto. La geología es la ciencia que estudia las causas y los resultados de la evolución de la Tierra desde el origen hasta el presente.

Gracias a esta ciencia, que se ayuda de otras, sabemos que nuestro planeta no siempre ha sido un “planeta azul”. Se ve que, al principio, el planeta estaba tan caliente que el agua estaban el aire como vapor. Esto los geólogos, lo llamaban protosfera. Con el tiempo la Tierra se enfrió y el vapor del agua de la protosfera pudo condensarse y cayó, en forma de lluvia sobre la tierra... una lluvia intensa e inmensa que dio origen a los mares, océanos que, en aquellos días, no eran cómo los que conocemos hoy (de eso hace unos 4000 años). La temperatura había bajado, pero, aún así, era de unos 70ºC (hace unos 3000 años). Un dato que puede ser “chocante” es que entonces el agua de mares y océanos era dulce; han sido los ríos, a lo largo de los años, los que han ido transportando la sal a mares y océanos.

Si queremos imaginarnos un planeta parecido a la tierra con su protosfera, podemos mirar al cielo al atardecer y localizar Venus, con una atmósfera rica en dióxido de carbono y ácido sulfúrico.

¿Cómo se pasa de una atmósfera a otra?, pues por la acción de seres vivos que gracias a la función clorofílica producida, poco a poco, hizo que el oxígeno se fuese acumulando. Después ha sido el hombre quien, desde la Revolución Industrial, ha modificado y alterado la composición de la atmósfera al quemar grandes cantidades de dióxido de carbono (de cuyas consecuencias podemos hablar en próximos artículos).

Nada era igual hace miles de años, ni mucho menos el clima. Por ejemplo, la existencia de grandes casquetes de hielo no es lo más normal; se cree que en la mayoría de los lugares no había grandes masas de hielo sobre los continentes y que, hasta en la Antártida hace cien millones de años había abundantes bosques. Sí, se dieron épocas frías, llamadas glaciaciones que tenían lugar cada 300 millones de años, durando varias decenas de millones de años. Estos períodos de glaciación no se sabe si se produjeron por enfriamientos periódicos del sol o por fenómenos terrestres como podrían ser la elevación de cadenas montañosas. Dentro de estos períodos se produciría como un reenfriamiento, así aumentaban las zonas afectadas con glaciales. Los expertos dicen que esto puede volver a suceder aunque no saben cuando y hoy por hoy lo que preocupa es que al planeta se le derriten los casquetes polares dando lugar a graves consecuencias, es el calentamiento que tiene lugar por que la gran cantidad de dióxido de carbono que generamos y que no deja escapar el calor de la superficie terrestre, produciendo lo que se conoce como efecto invernadero

El Centro Asociado a Dinópolis de Mas de las Matas también presenta la importancia del imán versus nuestro planeta. La tierra tiene un campo magnético que es dipolar: uno está cerca del polo geográfico norte y otro cerca del polo geográfico sur. Antes se creía que el gran imán de la tierra estaba en su interior, pero se sabe que a la temperatura tan elevada en que se encuentra el interior de la tierra—el núcleo—éste perdería su capacidad magnética; lo que sí tiene el interior terrestre es un a especie de mecanismo que se comporta como una dinamo; una carga eléctrica que, debido a la rotación de la tierra, produce un campo magnético.

En Mas de las Matas se escenifica la erupción de un volcán. ¿qué es un volcán?, pues es el único conducto que pone en comunicación directa la superficie terrestre con los niveles profundos de la corteza terrestre.

Teniendo en cuenta que el interior de la tierra es mucho más caliente que el exterior y éste calor es más intenso en unos lugares que en otros; (es más caliente en donde las rocas se funden en magmas) éstos son los volcanes más activos. Los volcanes se suelen situar en las partes más altas de las cadenas montañosas, aunque no todas las cadenas montañesas tienen volcanes. Por ejemplo no los hay en los Pirineos, ni el los Alpes ni en el Himalaya, aunque sí, y unos cuantos, en los Andes.

Aunque si hablamos de otro fenómeno los terremotos, éstos si se dan con más asiduidad en todas las grandes cadenas montañosas. En algunos sitios confluyen fenómenos volcánicos con los sísmicos.

A veces hay terremotos y volcanes en zonas que no son cadenas de montaña; éstas se sitúan casi siempre bajo el mar, tienen un relieve elevado y una forma alargada, como una cordillera terrestre, pero bajo el mar, se llaman dorsales oceánicas.

Ambas estructuras suelen presentar grietas que conocemos como fallas; entre las estructuras continentales y las oceánicas hay bastantes diferencias, como los pliegues que presentan las cadenas de montañas y no las dorsales oceánicas.

Pero volvamos a los volcanes. Sabemos lo que son, pero ¿por qué se producen?. En la profundidad del manto terrestre, el magma bajo presión asciende y crea cámaras magmáticas dentro o por debajo de la corteza. Las grietas en las rocas de la corteza proporcionan una salida bajo la intensa presión, y tiene lugar la erupción. Vapor de agua, humo, gases, cenizas, rocas y lava son lanzados a la atmósfera. Es un aparato geológico, comunicante temporal o permanente entre el manto y la superficie terrestre. Al acumularse el material arrastrado desde el interior se forma una estructura cónica en la superficie que puede alcanzar una altura variable desde unas centenas de metros hasta varios kilómetros. El conducto que comunica el reservorio de magma o cámara magmática en profundidad con la superficie se denomina chimenea. Esta termina en la cima del edificio volcánico, el cual está rematado por una depresión o cráter.

La lava no erupciona siempre desde una chimenea central; puede abrirse camino también a través de aberturas en los flancos del volcán.

Por lo general, los volcanes están asociados a los límites de placas tectónicas, aunque hay excepciones como el vulcanismo de puntos calientes o “hot spots” ubicados en el interior de placas tectónicas, tal como es el caso de las islas Hawaii; esta teoría es barajada también para explicar el origen del Archipiélago Canario.

Deberíamos tener en cuenta unos términos: Litosfera.- es la capa superficial de la tierra sólida, se caracteriza porque es rígida. Está formada por la corteza terrestre y por la parte más superficial del manto. Hay dos tipos de litosfera, la continental y la oceánica Astenosfera.-. Es la capa situada por debajo de la litosfera.

La interacción de la litosfera con la astenosfera es lo que produce la tectónica de placas. La litosfera está fragmentada en placas tectónicas en cuyos bordes se concentran los fenómenos geológicos que dan lugar a volcanes, terremotos o a la creación o rejuvenecimiento de montañas o cordilleras.

El movimiento de las masas continentales, a su vez, hace que en ciertas épocas hayan habido, en una misma zona, inundaciones o retiradas del mar. Esto también se explica, de manera muy sencilla y entendible, en este Centro asociado a Dinópolis.

Es por eso que hoy podemos admirar muchos fósiles que son restos de la actividad y del paso de seres y organismos pasados. Estos restos aparecen en rocas sedimentarias. Todo esto es estudiado por la paleontología. Hay fósiles de esqueletos, conchas y caparazones, como también de restos de plantas.

Los fósiles nos han llamado la atención siempre y sinó fíjense en lo que se describe en el libro sobre los dinosaurios de las Cuencas Mineras. “El historiador francés André Leroi-Gourhan encontró las evidencias más antiguas de la recogida de fósiles. Se trata de fósiles de una esponja y un gasterópodo encontrados en las cuevas de Arcy-sur-Cure (Borgoña, Francia).lo interesante de este descubrimiento es que proviene de unos niveles de unos 50.000años de antigüedad, momento en el que nuestra especie—Homo Sapiens—aún no había colonizado Europa. Estos fósiles fueron recogidos y llevados a las cuevas por individuos de otra especie de homicidio bien conocida popularmente como es el hombre de Neanderthal. La razón por la cual estos homínidos se interesaron por estos objetos la desconocemos por completo, pero, sin duda, la curiosidad jugó un papel fundamental en el comienzo de las primeras recolecciones”.

En el Museo de Mas de las Matas vemos muchos dientes de peces óseos y, sobretodo, dientes de tiburones que han llegado a nosotros por los trabajos en yacimientos paleolíticos.

Existe desde mucho la fascinación por los fósiles, uso decorativo y hasta, según aseguran en China, un importante uso medicinal, allí trituran el fósil y se utiliza en farmacología.

La primera constancia, en forma de ilustración, que tenemos de un resto fósil data del siglo XVII. Se trata de un fragmento de fósil de un dinosaurio carnívoro que perteneció al Jurásico Medio de la región de Oxford (Inglaterra); pero el verdadero estudio del mundo de los dinosaurios empieza en el siglo XIX. En concreto en España los primeros descubrimientos arrancaron a mitad del siglo XIX en las localidades, muy cercanas al Mas, de Morella y Utrillas.

El tiempo geológico es tratado este centro asociado a Dinópolis. La tierra tiene un edad, o sea, se formó hace unos 4500 millones de años. Y el tiempo geológico de la misma se divide en tres eras: la paleozoica, la mesozoica y la cenozoica, cada una de ella presenta, además, unas subdivisiones. Los dinosaurios ocupan un período concreto en la era mesozoica o secundaria (desde 251 millones de años hasta hace 65 millones de años), justo antes de empezar la era cenozoica, caracterizada por la aparición de los mamíferos. La era mesozoica, la de los dinosaurios, tiene tres períodos: triásico, jurásico y cretácico.

La mayoría de los restos fósiles que podemos ver y observar, en estas tierras, corresponden entre el final del jurásico y el principio del cretácico, sobretodo la parte inferior de este período.

El final de la era secundaria es cuando se produce la extinción de las especies existentes en la tierra, y entre ellas había muchos dinosaurios. Estamos cerca de la era terciaria. Los dinosaurios, menos las aves, se extinguieron 65 millones de años antes de que el hombre apareciese en el planeta y hay varias teorías que intentan explicar porqué desaparecieron hasta su total extinción.

También se nos muestra, en este centro asociado, que la tierra y su mapa no ha sido siempre tal como hoy la conocemos. Hoy África y Sudamérica están separadas por muchos, muchos kilómetros, por el océano Atlántico, pero la presencia de las mismas especies animales y vegetales en ambas latitudes nos hace pensar que estas dos masas continentales eran, en realidad, una sola misma y esto se explica por la Teoría de la Tectónica de Placas; y es que; recordamos; que la corteza terrestre está fragmentada en grandes placas de roca consolidada que se desplazan, de forma horizontal, y de manera continua, aunque claro no nos damos cuenta de ese movimiento. Así se sostiene que cuando los continentes se separan se da lugar a engrandecer los océanos y cuando se aproximan tanto que chocan, se da lugar a formaciones montañosas.

Así, teniendo en cuenta esta teoría se puede entender perfectamente que se encuentren restos fósiles del mismo dinosaurio en el norte del continente americano que en África. En los primeros tiempos de los dinosaurios, los continentes estaban unidos en una gran masa que se llamaba pangea. A lo largo del Jurásico y del Cretácico Pangea se fragmentó dando lugar a los continentes que hoy conocemos: Europa se separó de África; Sudamérica de África y Norteamérica de Europa. De momento, más o menos, así estamos.