Bienvenidas, Hermanas Bethlehemitas

Ricardo Martín

Aún en el recuerdo: Asun, Enriqueta, Herminia Ruiz, María José Laña, María José Zatón y Merche, que dejaron una profunda huella en el pueblo y un montón de amistades, llegan ahora del otro lado del océano un puñado de monjitas que han salido de su patria, Colombia, para vivir su particular aventura entre los masinos y masinas. Una aventura impulsada por la voluntad de servicio y una profunda fé. Es sin duda un gran acontecimiento para el pueblo esta llegada. Su presencia entre nosotros, trae una bocanada de aire fresco. En momentos de crisis, no solo económica, sino de valores, tener la cercanía de las religiosas nos ayudará a mejorar como comunidad. Con sus hábitos, a los que no estábamos acostumbrados, su sonrisa y su humildad; al servicio de todos los masinos que lo necesiten y también de la gente de otros pueblos comarcanos, porque, aunque no siempre se ven, hay muchas carencias sociales que requieren personas abnegadas dedicando su tiempo a ocuparse de ellas. No son tanto carencias debidas a la pobreza, sino a la desesperanza, la enfermedad, la vejez, la soledad y la marginación. Y todos los brazos son pocos para emprender la tarea de ayudar a los demás.

El Santo franciscano español, San Pedro de San José Betancur, fundó la orden de los hermanos de Nuestra Señora de Behtlehem allá por el año 1656 en Guatemala, y se ocupaban de hospitales para menesterosos, enseñanza y alimentación de los pobres. La beata madre Encarnación Rosal, en el siglo XIX, inició la rama femenina. Ahora hay hermanas repartidas por todo el mundo y aquí, en España, sólo tenían presencia en las Islas Canarias de donde era el fundador. Por tanto, Mas de las Matas tendrá el honor de ser el primer lugar de la península que las ha acogido. Esperemos que su obra sea fecunda en nuestra tierra y puedan abrir nuevos conventos.

En la estampita que nos dieron cuando fuimos a visitarlas, se pueden leer unos hermosos versos del santo fundador que reflejan el ideario de estas hermanas:

«Concédenos Buen Señor,
fé, esperanza y caridad,
y, pues sois tan poderoso,
una profunda humildad;
y antes y después de aquesto
que haga vuestra voluntad ...»

Amanda, María Teresa y Mayra, bienvenidas al Mas de las Matas. Pronto os daréis cuenta de que la gente del pueblo os acoge con los brazos abiertos para que se os haga mas llevadera la lejanía de vuestra hermosa y cálida tierra colombiana.