Un poco cansada después de atender a los medios de comunicación interesados por ella, Reyes Segura dice que ésta ha sido una experiencia muy interesante, y que por suerte, comienza de nuevo a trabajar el lunes dos a las siete de la mañana, después de estar tres meses en el paro con un expediente temporal de regulación de empleo. A pesar de la tranquilidad que aparentaba confiesa que estaba nerviosa, y que no sabía si haría su pregunta ni en qué momento. De pronto, a la quinta, Lorenzo Milá dijo su nombre y tuvo que ponerse a hablar en directo delante de más de seis millones de personas que veían el programa por la tele. La televisión consigue lo que puede parecer imposible; que Reyes hablara delante de tanta gente es algo que ningún masino jamás ha conseguido. Se pasan unos nervios como cuando Don Eugenio te iba a preguntar en clase, pero más a lo bestia, aunque aquí las preguntas las haces tú. A los cien preguntadores les han tratado fenomenal en Madrid, durante tres días de enero inolvidables en un hotel de cinco estrellas propiedad del abuelo de Paris Hilton.

También es una pena tanta fama efímera precisamente por nuestra situación económica tan problemática, pero valga como publicidad de la empresa y también para que la gente asocie nuestro pueblo con la electrónica; que España entera sepa que las luces de emergencia que ya están encendidas en todos los sitios por esta crisis tan grande se hacen en Mas de las Matas.

Santiago Prades, el primo hermano de Reyes, y Javier Izquierdo, también pasaron tres días de enero en Madrid, pero no por gusto me da. Se marchaban temprano el día nueve con sus billetes de avión con destino a Punta Cana, pensando en que estarían de vuelta para oír la mochiganga, pero justo ese viernes se iba a cerrar el aeropuerto de Barajas por la nevada y se quedaron en tierra, provistos con ropa de verano. Vieron muchas ventanillas de reclamaciones y kilómetros de colas, y casi se suben el sábado a un avión, pero con el overbooking sólo había asiento para uno de los dos. Javier y Santiago fueron dos de los miles de viajeros que salían en los telediarios tirados por Barajas aquel fin de semana. Por fin consiguieron los billetes definitivos para el lunes, y pudieron pasar su semana en las playas de la República Dominicana. No hay como salir a ver terreno para que te pasen cosicas de estas.

Aragoneses por el mundo han sido también las hermanas Mormeneo, que pasaban por Mozambique y salieron contando en la tele la emocionante historia de la niña albina que han tenido de acogida.

Y la última por hoy; si Miravete de la Sierra es el pueblo en el que nunca pasa nada, estad atentos porque Abenfigo será pronto, gracias a la agencia Shackleton, el pueblo en el que sí que pasa algo. Y casi seguro que también habrá muñecos a la venta de algunos abenfiganos.