Escribir un diario: la mejor manera de conocer la historia

Edurne Guevara Zapata

Conchita Ramírez nos ilustra con el libro Diario de una niña exiliada. 1939-1947.

Cuando pienso en un diario, de manera inevitable, me viene en mente El Diario de Ana Frank. Uno de los libros más leídos desde que vio la luz en el mercado editorial, pero hay muchos otros diarios de experiencias en situaciones tristes, amargas, en diferentes confrontaciones humanas que golpean especialmente a las miradas de la inocencia en los niños y niñas. En estas circunstancias parece ser que la infancia, en algunos rasgos de la personalidad, se eterniza, quizás arrancando del subconsciente el sentido por la autoprotección, pero mientras tanto se quiebran demasiados rasgos de una inocencia que desaparece como agua entre los dedos. He leído, casi de una tirada, un diario sobre los días de guerra civil y el exilio versus ocupación nazi en la Francia de la que fue la tierra del escape, del escondite ante el miedo, justificado, a la represión; este relato nos llega, inquebrantable, desde la pluma de una niña de Carabanchel que vivió un periplo diferente y galopante en aquellos tiempos convulsos. El Diario de una niña exiliada 1939-1947, recoge algo más que ese período de tiempo, ya que da comienzo en el 36, aunque la mayor parte del mismo se centra en esos años. El libro tiene una sencillez exquisita, una manera de acercarnos a ella y a aquellos días sin ninguna pretensión, pero con el mejor de los resultados…..lo consigue. En este diario, yo diría, hay otro protagonista, el padre de Conchita un militar leal a la República, un hombre de familia, cariñoso, pero a la vez severo….según nos cuenta Conchita. Una personalidad que fue unos de los pilares imprescindibles de lo que ha sido y ha transmitido Conchita a los suyos y a todos los lectores de este Diario. Éste diferente por lo natural y sencillo, por el vocabulario sin ninguna pretensión y por una sinceridad abrumante. Todo ello se une para conseguir el objetivo de Conchita: “Mi deseo es que los jóvenes que no conocen muy bien el drama de los exiliados porque no se ha divulgado lo suficiente y parte de nuestra historia se ha silenciado, lean mi diario y conozcan el sufrimiento que padecimos”.