Recuerdos de la memoria sin importancia - 1
Pilar Zapater Pastor

Mi pueblo lo recuerdo con un bello y caudaloso río, El Guadalope, su corriente unas veces calmada, otras desataba toda su bravura y se desbordaba por los sotos de chopos que lo rodeaban e inundaban los campos de cultivo que se encontraban cerca de su orilla, recuerdo que cuando esto sucedía siempre se llevaba una pasarela o palanca que los labradores hacían de troncos para facilitar el paso a la otra orilla sin mojarse, a los chiquillos nos encantaba pasar por ella pues había que estar muy atento para no meter el pie entre las separaciones que había de tronco a tronco, y acabar en el río dándonos un buen chapuzón.

Ahora en mi recuerdo veo al río como si lo observara desde un ribazo, su corriente sigue y sigue, alargo mis manos e intento meterlas en el agua, ésta se me cuela entre los dedos, lo sigo con la mirada, ahora me parece azul, luego verde y cuando el sol se refleja en sus aguas de color plateado.

Todo pueblo que tiene un río y si éste es caudaloso, tiene una gran riqueza, recuerdo sus rectángulos de huerta bien trabajados con sus colores verdes y marrones, sus surcos muy bien trazados, sus frutales, que en aquella época apenas dejaban ver la tierra de lo abundantes que eran, sus famosos melocotoneros con sus lágrimas de resina en el tronco, ¡Qué bello paisaje, que magnífico panorama! sigo con el pensamiento en aquel sauce que mecía sus ramas en el agua como si de una danza se tratara.

Muchos años después delante de esta contemplación, me atrevo a escribir este pequeño poema al río de mis recuerdos.

¿Te has parado a contemplar

el río cuando pasa?

Va avanzando, retrocede,

se calma, da un rodeo,

se precipita en cascada..

pero ... sigue ... sigue ...

no se detiene, no para,

es transparente, brillante

con destellos de oro y plata,

si lo cojo en mis manos se deshace

si lo bebo mi sed calma.

Los árboles de la orilla

sus raíces hunden en el agua

el murmullo que no cesa,

el río que no se para.

Miro al cielo, centellea,

la primavera ya avanza

su claridad ya es visible

su reflejo está en el agua.

Mis pensamientos corren,

se alejan, forman cascadas,

busco su transparencia

y sobre todo su calma.

Febrero 2007