El regreso del Comendador

Homilía de la misa

Alfonso Belenguer

Señor Comendador de Castellote Fray Don Manuel de Sada y Antillón, señor Procurador Fray Don Carlos de Sesé Comendador de Aliaga, señor Justicia de la Fiel Villa de Mas de las Matas Don Carlos Miralles, señores Almutafaz, Regidores, Síndico, Notario Real, Pregonero y Escoltas.

Sean bienvenidos todos a esta iglesia parroquial de san Juan Bautista para celebrar la santa Misa con los feligreses de esta parroquia que se sienten honrados con vuestra presencia.

La recreación histórica de la toma de posesión de esta Villa nos da la oportunidad de recordar y en cierto modo revivir un período de tiempo de nuestra historia que fue de esplendor para nuestro pueblo, el siglo XVIII fue de oro para nuestra Villa. En este siglo no hay guerras, se abre la acequia alta, el pueblo tiene un crecimiento demográfico espectacular, se construye la nueva iglesia, aparece el cultivo de la seda que tiene gran importancia en la economía familiar, en este siglo nace el Padre Benito Feliú de San Pedro y llega a Santa Flora la reliquia de San Félix...

El período de tiempo en el que ocupa su señoría la encomienda de Castellote se extiende desde 1732 a 1764. En este espacio de tiempo tiene lugar la construcción de la nueva iglesia, acontecimiento de primer orden en nuestra historia y legado precioso para siglos venideros.

Construcción de la nueva iglesia.

Mas de las Matas es parroquia desde el año 1545, el templo parroquial en los primeros años del siglo XVIII se queda pequeño. En 1733 el Capítulo Eclesiástico y el Ayuntamiento obtienen licencia para edificar una nueva iglesia. El 5 de abril de 1734 se contrata a los maestros de obras que son los hermanos José y Francisco Dolz naturales de Ares.

En 1744 (fecha que figura en la portada) Mosén Francisco Añón traslada el Santísimo Sacramento a la nueva iglesia y se abre al culto aunque falta por terminar la torre, la capilla del comulgatorio y lucir toda la iglesia con yeso negro y con yeso blanco.

La fecha final de la obra fue en 1761,27 años duró la obra.

Se pagó a los maestros de obra la cantidad de 4.440 libras, todo el costo de la obra se pagó con el secuestro de la mitad de la décima y los donativos y trabajos de los feligreses. En definitiva todo fue aportación de los feligreses, de todo el pueblo.

Así nació el hermoso templo de 46 metros de largo, 26 de ancho y 25 de alto, con la torre más alta de la provincia de 64 metros. Una vez vestido con sus 13 retablos, ornamentos y jocalías llegó a ser la iglesia barroca más completa del arzobispado de Zaragoza.

Mosen Francisco Añón, el cura del siglo XVIII.

En esta época aparece un personaje al que hay que recordar. Así como en el siglo XVII el cura más importante es Mosen Diego Sanz, en el siglo XVIII es Mosen Francisco Añón, natural de Mas de las Matas que fue cura de esta parroquia durante 40 años, de 1734 a 1774. Era un hombre de genio fuerte, incluso un tanto violento, de gran rectitud y muy celoso de su deber. Este temperamento le llevó a enfrentarse con la junta de obras de la iglesia y con las autoridades, hasta el punto que llegan las quejas al arzobispado, le abren un proceso y se le manda por sentencia del tribunal eclesiástico hacer quince días de retiro en San Carlos de Zaragoza para que reflexione sobre su actitud.

Mosen Francisco cumple con docilidad la sentencia y vuelve a su parroquia con las recomendaciones que le hacen: que sea cariñoso con sus feligreses y que cuando tenga que corregir alguna conducta no nombre a las personas en público. Mosen Francisco se reconcilia con sus feligreses y realiza un fructífero apostolado durante 40 años .Es el cura que construye la iglesia. El episodio de su proceso es una simple anécdota, lo importante es el legado que nos deja: la iglesia y 40 años de vida ejemplar.

Muere el 5 de septiembre de 1774 y es enterrado en esta iglesia.

Señor Comendador, su señoría fue testigo de la construcción de esta iglesia desde la primera piedra hasta la última. También tuvo conocimiento de cómo esta Villa ganó el pleito de la seda que duró 30 años porque le amparaba la razón y la justicia.

Y también conoció a ese gran cura que fue Mosen Francisco Añón.

Hoy queremos rendir homenaje de gratitud al pueblo que construyó esta iglesia, al pueblo que defendió sus derechos con firmeza y constancia, a aquel cura de temperamento de hierro y corazón de carne que fue Mosen Francisco Añón

Todos los datos que hemos recordado los tenemos en la mano gracias al Grupo de Estudios Masinos, a ellos siempre gracias.

Gracias al Ayuntamiento, a los organizadores y directores, a los actores y a todo el pueblo que nos hace vivir estos días felices.

Que siempre tengamos en el recuerdo a aquellos que hicieron, conservaron y restauraron esta iglesia.

 

 

Fotos: MIGUEL PERDIGUER