Charradicas
Miguel Ángel Royo Sorribas

Se dice desde siempre que en la bola que corona la torre de la iglesia cabe un sastre con una mesa, pero hay otros que dicen que lo que cabe es un escribiente con una mesa. Para que estos señores puedan entrar bien dentro de la bola dependerá de que no tengan vértigos y de que no tengan la cabeza muy gorda. Hasta tres personas me persiguieron después de las carrozas para pedirme que pusiera aquí que a la hora de sacar los nuevos cabezudos hubo problemas, porque no había forma de ponérselos. Como aquella gatera que no era suficiente para que entrara en casa el gato cabezón. Y ni metiendo la cabeza de verdad en hielo se conseguía. Al final se probó a rosca y se pudo, con peligro de que luego no se pudiera salir. Poco a poco va creciendo la colla de gigantes y cabezudos, y a todos los pueblos que van causan admiración y envidia.

El pueblo sigue su gran apuesta por los espectáculos taurinos y se ha provisto de varios cadafalsos o cadalsos, pero aquí les llaman cadafals por influencia valenciana, para que todos puedan subirse a ver los toros con comodidad. Mientras en el entablado tocan los músicos con todos espectadores de culo. Este trío si fueran tres habrán tocado en muchas partes, pero nunca en ningún sitio con la gente de espaldas viendo otra cosa. Comprobamos que mientras va suelto el toro embolado nadie saca en el cajero del Santander. Casi todos los años peligra de escaparse algún bou por la valla de San Roque, pero siempre van a salvar la honra del pueblo los mismos valientes, que enganchan al bicho y lo devuelven a la plaza. Hace dos o tres años peligró tanto que se escapó de verdad. Para el año que viene habría que poner valla doble por ese trozo y detrás cadafal nuevo.

Desde el horno se distingue estupendamente el grupo bueno del grupo malo. Mientras masan de madrugada, los horneros disfrutan y puntúan, y de este año el grupo ganador fue la orquesta Euforia, que colgó fotos en su página web con la gente haciendo el trenecico y otras cosas por el estilo. En la casa de los maestros durante el baile no duerme ningún maestro, porque ahora los que no duermen son los marroquís. Cuando ponen la disco móvil la masa se oliva al cocerla.

A pesar de la crisis no se suspenden las fiestas de agosto y se anuncia más grande todavía el Regreso del Comendador, con cambio de época, más hacia el gusto afrancesado, y cambio de cartel, con un Comendador menos inclinado hacia las doncellas.

Me cuenta Jake Christopher Paul Scriven, el Yeik, o el inglesico, para que sepáis de quien hablo, que su bisabuelo trabajaba en las calderas del Titanic antes de conocer a su bisabuela, y la noche de antes de partir hacia su destino, agarró semejante borrachera que se quedó en tierra. Algunas veces una buena borrachera es necesaria para tu descendencia, pero otras, si conduces un tractor con remolque por un parque lleno de niños, puede ser peligrosa.

Nació Eric, hijo de Marta y de Miguel Ángel. La abuela Isabel Ciprés Bosque (todo árboles, dice ella) vendrá desde La Ginebrosa a pasear el carrico con alegría. Y la Aurelia ha tenido un nietecico que se llama Marcos.