Charradicas
Miguel Ángel Royo Sorribas

Como avisaba el poeta de los billetes de veinte duros, han vuelto las oscuras golondrinas a llenar de barrete lo más alto de las fachadas. Es otra vez primavera, pero aquí además será primavera cultural masina hasta después de San Fermín. Nosotros atrasamos el solsticio de junio hasta que nos da la gana, igualico que hacemos con el carnaval. Pili Monforte y Araceli Tena nos aportan sus parejas para dar calidad al programa de actos. Chema Bello nos cantará en el Mas Tacirupeca y el bolo; Jesús Lambán expondrá sus cuadros. El jueves 29 a las cuatro de la tarde la profesora Aurora Cruzado dio una charla amenizando el club de lectura de la biblioteca; acuden diez o doce lectoras ya habituales a estas tertulias, y algún valiente. En esta ocasión se habló de tres libricos: El niño con el pijama de rayas, La nieta del señor Linh y Seda. Al hilo de Seda, ahora mismo en el pueblo hay muchas cajas de zapatos llenos de gusanos, de hojas de morera y de capullos. En los tiempos de Fray Silverio Dolz y Español toda la huerta estaba llena de moreras para alimentar al ganado de gusanos. Como en la tertulia, también son casi todo mujeres las que van al aerobic, a gimnasia de mantenimiento y al tai-chi; muchas fueron a La Mata de los Olmos a la jornada de convivencia, y allí les cayó una pedregada. Ana Lorenz bailó la danza del vientre y las abuelas se hacían de vientre, tanto sostobarse con el aerobic. Raro ha sido el día que no ha llovido en este mes de mayo; justo ahora que nos han cerrado la estación meteorológica de la Coronilla se ha logrado récord hídrico. Las rogativas de agua a Santa Flora han coincidido con que iba a llover; puestos a pedir más, por si algún santo o algún ministro lee EL MASINO, todos queremos que baje el combustible y el euribor, y los que tienen animales ruegan que suban los precios en las lonjas por lo menos para cubrir gastos, porque ahora contra más se trabaja más se pierde, y con este panorama dicen los más entendidos que vamos a pasar mucho hambre. Para agravar la crisis y hundirnos en la miseria, los futbolistas asalariados del Zaragoza han perdido la categoría. La temporada que viene, en la Romareda del abrevador, habrá fútbol los domingos al medio día, y teme la afición que se notará inflación en el vermut. Mientras, en las casas de los almendros, lo que temen es que no se insonorice bien el nuevo pabellón multiusos; al lado del palomar, esta nueva nave podría llamarse el gallinero. Será baile, salón comedor para el comendador, y al final igual acaba siendo fábrica de calzoncillos. Después de más de treinta años ya no se oirá más la sirena de la escuela. Me cuenta Araceli que hubo un niño del este que se asustaba mucho cuando la oía, y se abrazaba a la pierna del maestro porque creía que era una alarma antiaérea. En su lugar ahora sonará música.

Julio Feliú ha sido abuelo y Ramón Cantisano fue padre hace tres meses. Los niños nacen ahora con dos mil quinientos euros debajo del brazo. Más vale eso que un pan.