Durante los próximos meses los masinos vamos a comprobar como se han sentido los usuarios de cercanías de Barcelona, durante meses disculpando las molestias, y el alcalde va a comprobar cómo se ha sentido la ministra, salvando las distancias andando. Obras y socavones en la arteria principal del pueblo, establecimientos incomunicados y atascos generalizados en las calles más estrechas del pueblo. O vamos a patica a los sitios, como nos aconseja el alcalde en sus advertencias para esta semana, o aprenderemos a recular marcha atrás con el coche, porque te puede aparecer de frente un chófer sin carnet con una camioneta cuando ya estabas a punto de salir del laberinto. Los de la calle del Mesón al ir a por el pan saltando las barricadas pensarán que ahora les toca a otros aguantarse. Dicen que hay una empresa que trabaja rápido en La Arrabal y otra que trabaja despacio en La Coronilla.

Hace años en la Alfarda se tuvo conocimiento de unos ingenieros que hacían acequias ideales. Uno de la junta contó maravillado de cómo las nivelaban tan bien con una bambolla que canteándolas una miajica para arriba el agua bajaba, y a la otra mano el agua subía. El asunto cayó en el olvido pero si se rescatara aquel proyecto ahora el problema del agua estaría resuelto si lloviera.

Dijo Biel en la inauguración de la Fira que necesitamos autoestima y objetivos altos para salvar este territorio. En privado se ve que dijo que para qué se va a invertir en estos pueblachos tan miserables, con los proyectos tan faraónicos y rentables que tiene debajo de la manga. Se cree que en diez años Aragón pasará de ser la sexta comunidad española a ser la tercera o la cuarta. Quizá cuenta con la independencia de Euskadi y de Cataluña para adelantarnos dos posiciones.

Entre la Ciudad del Motor y el tinglao que se prepara en los Monegros se solucionarán rápido los problemas de la agricultura y de la ganadería aragonesa. Todos los pastores y labradores podrán reconvertirse en muñecos de Walt Disney para divertir a los turistas. Se apoderan de la región los nuevos ricos, las reservas de caza, la fórmula uno, la nieve artificial y los campos de golf. El carácter aragonés se transforma en un sucedáneo norteamericano del dinero rápido y del capitalismo descomunal, y el ganadero de toda la vida huele muy mal para cuadrar en este nuevo panorama con tanto pijerío; cada día tres explotaciones ovinas se están perdiendo en Aragón. Dice un proverbio indio que sólo cuando el último árbol esté muerto, el último río envenenado y el último pez atrapado, nos daremos cuenta de que no podemos comer dinero.

Luis Miguel Coma me dice que hay unos gamberretes, que en vez de ir a comer jinjoles o latones como se ha hecho siempre, se dedican a hacer malezas por la Mateva, y que un día tiraron un palet de ladrillos caravista desde la obra de su casa hasta el tejado de un pajar que hay enfrente, y lo dejaron como un tejado alcañizano. Me lo dice para que los padres de los que lo hicieron sepan que ya se sabe que fueron sus hijos.

Enhorabuena al Goro y a Belén que han tenido su primer hijo, Iván Cañada. Se llama así porque el ídolo del padre es Iván Helguera del Real Madrid.