Masineando. El Mas también existe
Alfredo Mir

Me cuenta la Carmen Monterde de sus vacaciones de verano visitando el Japón y de la anécdota que le aconteció cuando se puso a conversar con la compañera de uno de esos viajes programados. Ambas, parece ser, que al ser españolas quisieron identificarse algo más y disfrutaron de la coincidencia de ser zaragozanas (una por ser residente y la otra catalana, pero la madre de allí). "Bueno, aunque resido en Zaragoza, soy de un pueblo de Teruel, muy cerca de la provincia de Castellón...." agregó Carmen. A lo que la otra respondió "¿No será el Mas de las Matas?"...... "¿Lo conoces? añadió la primera. "Bueno el Mas de las Matas no, pero al Alfredo Mir, sí.

Me choca y me recuerda aquél otro encuentro de mi amigo el Ignacio Espada en La Habana. Me contaba en aquella ocasión como al ir a pagar en la caja de un supermercado, uno de los vigilantes, se hizo el encontradizo y le dijo que tenía familia en España. Debieron hurgar un rato hasta citar el nombre del Mas de las Matas, punto de coincidencia para ambos, pues se trataba de un familiar mío que, aunque lejano, lo identifiqué en cuanto me lo contó.

La verdad es que cuando suceden cosas así, me queda un sentimiento de complacencia, como el que sentí este verano al haber podido colaborar con los Amigos de la Música, en la recuperación de la jota bailada de Mas de las Matas.

Y es que la suma de gestos han de ayudar a que Mas de las Matas, exista.