Charradicas
Miguel Ángel Royo Sorribas

Este verano controles de la Guardia Civil por todos los sitios; el autobús fiestero evita el positivo de alcoholemia, pero ahora buscan a los que llevan drogas. Te vas de fiesta y la autoridad te trata como si fueras un ciclista cualquiera en el Tour. Pero se sabe seguro que son los chicos de los demás los que la llevan.

Mientras, Angelines reparte chocolate a niños y grandes para celebrar su santo, con gran repercusión mediática y regocijo de los goludos.

Van a pasar un tendido de alta tensión por Capuché que comunica Mezquita de Jarque con Morella, lo que molestará a las promotoras de la especulación urbanística para construir la línea de playa número quinientos de Vinaroz, que va justo por allí en el proyecto.

Se conoce que si el campeonato de futbito de este verano lo vuelve a ganar la Zalaya, el Chusco sacará el capote y dará unos pases como su admirado Raúl. Para imitarlo del todo debería subirse en la grúa del Gazulla y ponerle con mucho cuidado una bufanda a San Juan Bautista. El Chusco, el Troncho, el chico del alcalde, el Figu y los demás están en esa edad que aunque se recorran todos los pueblos de fiesta de control en control, luego corren como diablos, y ni los argentinos, ni los tigres de Marruecos, ni los Resakaus, ni los Kolok2, ni el equipo de las viejas glorias pueden con ellos.

La noticia que adelantamos sobre las carrozas es que los Resakaus ya no harán su carroza el último día deprisa y corriendo con cuatro cañas, que van a hacerla a la forma tradicional, a ver lo que les sale. El método del cucurucho, no lo confundáis con la célebre dieta, es la forma más tradicional para hacer las famosas carrozas masinas. Se agarra un cuadradico de papel del color y textura adecuados, como si dijéramos para liarse un cigarro, pero se le da un retorcillón por aquí a la parte que sobresale y otro por allá cerrando el cucurucho en cuestión, que cubre al dedo índice hasta la segunda falange, y sin sacarlo todavía, se moja en la cola o en las pastetas, y entonces zas, lo clavas en el sitio justo y ahí se queda todo el empastre. Fácil que cuando lo hagas por primera vez, al retirar el dedo te lleves pegado el cucurucho. Y así noches y noches de verano dándole a la matraquica. La culminación será el viernes de las fiestas de las doce de la mañana a las dos, cuando se dan cuatro vueltas a la fuente con el remolque y se muestra a todos la gran trabajada. Pero no hay que disfrutar solamente en el último momento, lo bonito es pasarlo bien durante todo el tiempo mientras se hace.

Raúl Edo y Victor Fortanete han estado en el Marruecos más desconocido, Esmeralda en China y Hong Kong y Raúl Mestre en Corea del Norte. El masino en general ya es un individuo que trilla mucho por fuera. ¿A que algún vecino nuestro ha estado durante las vacaciones en el fondo del Polo Norte en un batiscafo nuclear?

Para el final un emocionado recuerdo a Ruth Saura, que como sabéis murió mientras trabajaba en la extinción del incendio de Torre de las Arcas. Damos el pésame desde aquí a su hija, a su hermana gemela y demás familia de Sabadell.