Compañera de camino
es mi amante la soledad.
¿Seguirá en lo venidero
mi tristeza en mi intimidad?
¿Lograré que la esperanza
impregne mis días de amor,
como espera el mes de Mayo
la más bella y humilde flor?
¿Conseguiré la plenitud
cual mujer la maternidad?
¿O llenaré toda el alma
de nuevo con la soledad?
Mi corazón siempre espera
un amanecer brillante,
donde la confianza plena
jamás ¡ay! se resquebraje.