El sendero de Gran Recorrido que cruza por el Mas
Edurne Guevara
(Más información en www.elmasino.com/cazarabet/pais2)

El GR-8 que enlaza los Puertos de Beceite con Villel pasa por Mas de las Matas y por muchos otros pueblos integrantes del País de Cazarabet y de sus fronteras. Es, por tanto, algo más que una referencia, es el punto de partida de muchas ilusiones, pero antes y dado que hablaremos otras veces de senderos, aclaremos una serie de aspectos.

Un GR es una red de itinerarios para peatones que están formados por la unión y la interconexión de caminos, veredas, cañadas, pistas… Los GR (como sus hermanos pequeños los PR) siempre tratan de evitar los caminos asfaltados, las carreteras…, etc.

El GR puede llegar a recorrer grandes distancias, algunos recorren miles de kilómetros conectando pueblos, comarcas, regiones o incluso países lejanos.

No nos engañemos al pensar que los GR están pensados para expertos senderistas ni para personas que deben retener unas condiciones físicas muy específicas. El GR está pensado para disfrutar, andando, de la naturaleza enriqueciéndonos con el entorno y con todos sus elementos: desde la fauna y la flora hasta los elementos histórico-artísticos…

En sucesivos reportajes, desde País de Cazarabet, os iremos dando reseñas de esto que se está pasando a denominar, desde aquí: Andar con magia entorno al País de Cazarabet.

De Aguaviva a Las Parras de Castellote pasando por el Mas

Esta etapa del GR8 une las poblaciones del Bajo Aragón de Aguaviva y de Las Parras de Castellote adentrándose hasta Mas de las Matas y enfilando camino hacia Las Parras por la senda que remonta el Barranco de la Fuente del Lobo, llegando a esta población por una pista.

Desde Aguaviva no hay pérdida para viajar por el GR-8

Salimos de Aguaviva hacia Mas de Las Matas por la carretera, pero una vez pasada la gasolinera, a escasos metros, nos encontramos con una pista a la izquierda, debidamente señalizada, debemos adentrarnos por ella. Recorremos unos tres kilómetros sin más historia y después de pasar por debajo de una línea de alta tensión y de coronar un collado, descender y cruzar el Barranco del Herrero superamos unas lomas y ya emprendemos un descenso suave por lo que podríamos denominar un valle hasta que llegamos a la Masía del Juaco (en la inmediaciones de Mas de las Matas que queda a nuestra derecha y que, desde esta Masía, se puede contemplar casi como si la pudiésemos tocar con nuestros dedos)… en este punto el canal de riego está a nuestra izquierda, después de haberlo cruzado.…. Buscaremos las señalizaciones y nos encaminamos hacia Las Parras, siempre debemos dejar el río Guadalope y el pueblo del Mas a nuestra derecha, por lo tanto tomamos el camino de la izquierda que desemboca en el Barranco de la Fuente del Lobo. Es lo que llamaríamos el Paso a las Parras mediante un singular y encantador (por no decir enigmático) camino de herradura que aquí empieza a remontarlo. Nos encontraremos con la Fuente del Lobo siempre llena de aguas que socorren la sed de no pocos animales (antaño algún lobo, según la leyenda).

La Fuente del Lobo nos espera poco después de dejar al Mas a nuestras espaldas

Hay que seguir siempre recto tal como nos indican las señalizaciones y no hacer caso de ninguna bifurcación, hemos de intentar de ir, siempre, pegados a la derecha y paralelos al barranco… En este tramo solitario y tranquilo es fácil encontrarse y observar (sobretodo de buena mañana o un rato antes del anochecer) el paso ágil de cabras monteses. Como hemos dicho seguimos recto, aunque nos toque subir por una mala trocha para empalmar con la senda que remonta el barranco. El camino se apodera del propio cause del barranco hasta que a la derecha (señalizado por montoncitos de piedras y por las típicas señales rojiblancas de este GR-8) nos adentramos a la derecha para subir por una senda empinada, pero que a ritmo se sube muy bien. De vez en cuando, aquí, debemos girarnos para contemplar un paisaje excelente que, de vez en cuando, todavía nos deja ver la esbelta imagen de la torre del campanario del Mas.

El GR recorre paralelamente el Barranco de la Fuente del Lobo

Llegamos a un punto que divide el Barranco de la Fuente del Lobo con el Barranco de las Corralizas. Remontamos durante poco más de veinte minutos… hasta que la senda desciende hacia una vaguada poblada, su paso, por un conjunto de carrascas... Se vuelve a subir por la derecha de una val que atraviesa unos campos que en otros tiempos albergaron cosechas y hoy están abandonados. Salimos a una pista y la andamos por la derecha durante un buen rato, cruzamos la val para enlazar, enseguida, con una senda que sube por la izquierda de la val. Una vez remontamos y salimos de la val nos encontramos con un tramo pedregoso que corona una loma. Continuamos el camino, más bien llano, por la derecha y a media altura respecto al Barranco de Las Corralizas. El sendero, unos cuantos metros más adelante, termina en una pista que emprendemos en dirección sur hacia un collado que tenemos que coronar. Desde allí divisamos una amplia val a la que tenemos que llegar bajando el collado. Llegamos a la val donde nace el Arroyo Cabrero. Tenemos que cruzar la val por un camino de muros y debemos seguir recto.

Nos encontramos con una pista, a la izquierda que nos lleva a la Ermita de la Malena. Alcanzamos la carretera y como tenemos a Las Parras a la derecha, tomamos esa dirección… para llegar, al cabo de un kilómetro, a nuestro punto final, por hoy, Las Parras.

Tres pueblos en el GR en donde hay mucho que ver

Esta etapa del GR 8 que une Aguaviva con Las Parras de Castellote, pasando por las inmediaciones de Mas de las Matas, es mucho más que el recorrido por un sorprendente sendero que se transforma de senda a camino y de camino a senda con la misma facilidad con la que una cabra hispánica se encarama por una cresta.

La senda del GR-8 nos brinda escenas idílicas de Mas de las Matas

Mas de las Matas es el corazón de País de Cazarabet encontrándose en el eje de esta etapa del GR-8: recibiendo los pasos que provienen de Aguaviva y viendo como, éstos se encaminan por la Masía del Juaco y el Barranco de la Fuente del Lobo hacia Las Parras.

Esta etapa nos puede servir de excusa para disfrutar de los pueblos, los tres, por los que discurre la ruta, que hoy nos ocupa este rincón de lectura. Es algo más que practicar el senderismo, esta etapa del GR 8 (como todas las que iremos realizando desde País de Cazarabet) nos debe aproximar a estos pueblos y a sus gentes que existen y resisten, como cualquier otro de Teruel. Les acercamos un poco, pues, a estas tres poblaciones del Bajo Aragón.

Aguaviva: frontera entre País Valenciano y el Aragón de País de Cazarabet

Esta localidad es la puerta entre el País Valenciano con Sorita y La Balma como últimos y destacados atractivos y Aragón que está representada por Aguaviva… es una tierra, pues, de contacto que, además, ve por sus términos como transitan dos ríos: El Bergantes que viene de tierras valenciano y el Guadalope.

También es este pueblo uno de los que, antiguamente, perteneció a la Orden del Temple para después pasar a formar parte de la Orden de San Juan de Jerusalén.

Destacan, sobretodo, dos edificios: su Iglesia Parroquial en advocación a San Lorenzo y la Ermita de San Gregorio desde donde podemos disfrutar de una bella panorámica y el cerro en donde se cobijan las ruinas de la Ermita de Santa Bárbara.

De esta población fronteriza iremos desliando más cuestiones porque, seguro, saldrá a colación en muchísimas más ocasiones. Así que ya nos pueden esperar en Aguaviva desde País de Cazarabet.

Tras los pasos del valle del Guadalope en Mas de las Matas

Esta activa población del Bajo Aragón se encuentra en el corazón del valle del Guadalope. Su vida y su día a día ahora y en el pasado se ha dinamizado en torno a este río. Su red de acequias, partiendo del azud de Abenfigo y el uso que han hecho y sobretodo hicieron del agua la han convertido en un ejemplo.

Todavía se pueden ver las acequias por dentro del pueblo y entre los campos de regadío; es un placer visitar cualquiera de los tres lavaderos y conocer como la antigua almazara funcionaba gracias al empuje del agua. Aunque la joya de cómo se ha utilizado el agua en este pueblo es visitar el antiguo molino harinero que está siendo restaurado merced al esfuerzo del Grupo de Estudios Masinos.

De este pueblo destacan los edificios civiles de Casa Feliu que hoy alberga al Museo del Mas de las Matas; el anteriormente mencionado Molino Harinero; el Centro Republicano o la Casa Consistorial… pero como en casi todos los rublos de tradición católica destaca su Iglesia y la elevadísima torre que la jalona con sus más de 65 metros de altura.

Hay una Ermita que llama especialmente la atención porque se divisa desde varios lugares, siempre a lo alto y con una presencia más que evidente. Se trata de la Ermita de Santa Flora y el paseo hasta este enclavamiento vale la pena por que desde ella podremos ver y disfrutar de unas bellas vistas siguiendo los cuatro puntos cardinales.

Mas de las Matas tiene varios puntos de interés histórico y geológico. Destacaríamos yacimientos de la Edad de Hierros, de la época romana y de la Ibérica.

Las riquezas geológicas tienen especial interés en las Simas de los Bufadores y en las cuevas que se dispersan por el término municipal.

Su historia, costumbres, gentes y patrimonio nos dicen mucho más como para que, poco a poco, los vayamos describiendo desde este boletín de País de Cazarabet. Volveremos a pasar por Mas de las Matas.

Callejear por Las Parras de Castellote

Casa Escuder, referente a visitar en Las Parras

Esta pequeña población del Bajo Aragón es la que se encuentra más próximo a Jaganta situándose en la cabecera del barranco que lleva su nombre y que desagua en el Guadalope. Es también un pueblo muy rural, su casco urbano está partido en dos… como en el caso de Jaganta. Pero aquí los dos núcleos urbanos se encuentran unidos por un puente que le da un carácter idílico. Es un pueblo muy cuidado… podríamos decir que es un rincón mimado, por sus moradores, en pleno corazón del Bajo Aragón, el más encaramado.

La Iglesia Parroquial de Las Parras se rinde ante San Nicolás de Bari y data del siglo XVII con una llamativa portada de estilo barroco que mira hacia el puente y hacia el segundo núcleo urbano.

Hay un edificio civil que sobresale por encima de todos los demás: Casa Escuder; era una casa-palacio construida en sillería y mampostería y aunque ahora es casa particular ha llegado a ser una de las más llamativas casas de Turismo Rural de la comarca.

Esta población se relame con una tranquilidad afectiva que nos sumerge entre sus estrechas calles para enamorarnos de un pequeño pueblo que tiene mucho que decir… al menos desde País de Cazarabet. Hasta pronto.

EL CUADERNO DEL CAMINANTE

Desde este boletín de País de Cazarabet les ofrecemos un “apunte” de lo que es un muy particular cuaderno del caminante… un viajante singular que más que describir detalladamente las etapas, las vive desde una observación que tan sólo pretende aprender, impregnarse y jugar con el entorno.

“La mañana es típica de este invierno que se desprende desde los recodos más arriscados del Maestrazgo para dejarse caer por latitudes más bajas que ocupan el Bajo Aragón. Aguaviva me despierta plácidamente y me encamino a visitar, antes de la caminata, la Iglesia de San Lorenzo para después encaminarme hacia la Ermita de San Gregorio, desde donde la población se contempla gozando, si cabe, aún más con ella... Emprendo viaje con el GR hacia Mas de las Matas, primero son unos metros de asfalto, pero una vez pasada la gasolinera, aparece una pista a la izquierda que me aleja del bullicio del asfalto. Mis pasos me llevan por un camino fácil que discurre sin sobresaltos….pienso, entonces, en el nombre de Aguaviva y me imagino porqué le bautizaron así… aunque en esta tierra las aguas estén más vivas que en ninguna otra parte. En esta población converjan los ríos Bergantes y Guadalope.

Vista de Mas de las Matas desde la senda que remonta el Barranco hasta Las Parras

Siento que cada vez me acerco más a País de Cazarabet… porque el corazón de este País nacido de la imaginación, aunque basado en sutiles rasgos reales, tiene su latido en Mas de las Matas…Así que cuando llego a la altura de la Masada del Juaco, dejo mi senda del GR y me desvío a la derecha para encontrarme: primero con el Guadalope, con su ribera que siempre hace que me eche el jersey encima y luego con el pueblo. Subo por el barranco y dejo ir mis pasos hasta la sede del GEMA donde estarán mis amigos… hoy visitamos el Museo de Mas de las Matas y puedo contemplar cómo se va restaurando el Molino Harinero impulsado por la fuerza del agua… una joya de nuestro patrimonio industrial que se está puliendo...

Dejo con cierto pesar este pueblo, admirando su red de acequias y su valor de ser la depresión, por antonomasia, del Guadalope. Bueno, lo mejor de dejar causas pendientes es que siempre se acaba volviendo y a Mas de las Matas, volveré por muchas cosas... Me despido del pueblo cuando voy en busca del Barranco de la Fuente del Lobo y giro sobre mis talones para ver como sobresale, impenitente, la Torre de mampostería.

El sendero nos atrae, poco a poco, por un camino estrecho

Camino por una senda abrupta, pero muy bella y siento como me voy internando, con una soledad quebradiza, hacia Las Parras. La Fuente del Lobo me aguarda, allí, quieta y solícita. Lo primero que pienso es que se llama la fuente del lobo porque en tiempos pasados este barranco debía ser dominado por el aullido del lobo que bajaba a la fuente a saciarse de su fresca agua…pero, muy probablemente, esto sólo sea una ilusión. Continuamos el camino por una “sendica” muy bella que serpentea por el Barranco. De repente, un ruido de piedras sueltas que salpican desde lo alto de un risco. Un movimiento rápido a la derecha, dos, tres, cuatro y un silbido que los hace detenerse a todos, casi no las veo porque se confunden con el matorral y la piedra, pero son cabras conducidas, al menos, por un macho que estira su cuello como para desafiarme por mi incursión en su territorio. Me agazapo y las veo subir, poco a poco hasta que, casi por arte de magia, desaparecen sin dejar ni el más mínimo rastro…sólo la sensación de que vale la pena seguir en la brecha si el destino nos aguarda con sorpresas como aquella.

Pronto se encontrará el Barranco del Lobo con el de las Corralizas. Los pasos por los barrancos tienen una particular visión, un particular pálpito y es que la piedra caliza se estrecha para ensancharse y después volver a estrecharse y de repente desaparecer… dejando paso a matorral, vegetación, pinos… La semana pasada nevó y el GR -8 quedó emblanquecido desde los árboles hasta los suelos… hoy están impregnados y se respira aquella humedad fría que queda después de la nieve… el sonido se rompe con el canto, casi un aullido, del cuervo… mientras tanto, seguimos camino incontestable hacia Las Parras. Se trata de ir remontando de forma tranquila, casi pasajera girándonos a todos lados para ver, contemplar… hay momentos que parece que estemos solos en el mundo, en este rincón geográfico entre Mas de las Matas y Las Parras. Pienso en las cabras y en las huellas que he visto unos pocos kilómetros atrás, este es su territorio… éstas son sus tierras, los humanos somos intrusos. Después están los lobos, invisibles ; tan sólo viven, dentro de este presente, en nuestro recuerdo, en la retina de los documentales televisivos, en nuestra imaginación, en las novelas de Jack London, en las fábulas que nos leían los padres al acabar la larga jornada laboral… aquí este animal permanece, dentro de la memoria, en suspenso sobre las ilusiones nostálgicas de las leyendas que dicen que por estas sendas paseaban y aguardaban para abordar a ganados cuando los rebaños iban, tranquilamente, a beber a la fuente del lobo… cierro los ojos y me imagino la escena… el lobo vestido siempre, entre leyendas, de ruin y malo. Inmediatamente surgen otras escenas, más sencillas y amigables: las que nos acercan a un lobo tranquilo, noble y que sólo intenta vivir día a día…. Dejo de pensar en lobos y sigo la senda.

Las Parras de Castellote nos espera desde nuestros pasos en el GR-8

Este tramo es, simplemente, un estimulante recorrido que hay que andar y disfrutar desde lo más íntimo. Es un tramo casi enigmático y mágico por una senda que se mete entre vertiginosas rocas que transforman la senda en una especie de pasadizo intrincado, estrecho…Nos metemos, de repente, en pleno barranco que parece moverse como serpenteando ante nuestros pasos.

Tomamos una senda que sube, sube y sube… pero su empinada trayectoria no es ningún castigo porque se sube a un ritmo que me sumerge entre aires, panorámicas y luces que me liberan de cierta carga reflexiva. El recorrido, ahora, es aún más liberador….hay como un despertar en el canto de los pajarillos, un sol más claro y luminoso…una senda sinuosa que se encamina hacia La Ermita de La Malena…una ermita con una estructura novedosa para mis ignorantes ojos, me sorprende, pero a la vez me gusta por su parquedad, seriedad…se respira personalidad. Sigo adelante y mis pasos me llevan a una carretera que, con dirección a la derecha , me traslada a Las Parras, un pequeño pueblo casi idílico que me recibe con una paz casi inusual… hace fresco, pero entre las calles hay una calidez que me arropa y me hace sentir bienvenida. Mañana será otro día”.