Viaje a la historia (1ª parte)

Luis Gil Mir

Quien no ha viajado, ¿qué ha visto?. Quien no ha visto, ¿qué ha alcanzado?. Quien no ha alcanzado, ¿qué ha sabido?. ¿Y qué puede llamar descanso, quien no ha tenido fortuna o por la mar o por la tierra?. Pues, como dice Ovidio: “No merece las cosas dulces quien no ha gustado de las amarguras, ni ha tenido regalado día en la patria, quien no ha venido de larga ausencia a los brazos de sus amigos”.

Lope de Vega. “El Peregrino en su patria”

Sumario:

1.-Introducción

2.- Camino de Segovia

3.- Segovia

4.- Toledo y Aranjuez

5.- Madrid


 

Introducción

Todo el grupo de viajeros al completo.Cuando a primeros de agosto, el presidente del Hogar del Jubilado, Ramiro Mir, me comunica que han preparado un viaje de una semana por los alrededores de Madrid, me detalla el itinerario a seguir y la visita con guía a las ciudades incluídas en el mismo, no dudé un momento en reservar la última plaza que quedaba vacante. Se trataba de un territorio que quería conocer más intensamente y visualizar “in situ”, mis conocimientos más bien escasos de esa región.

“Teórica- y oficialmente-se viaja por dos razones primordiales: el conocimiento y la evasión .Pero para conocer hay que empezar por hacer permeable y apechugar con todo lo que nos salte al paso. Para evadirse, es preciso querer hacerlo; el viaje perfecto sería aquel en el que jamás se pusiera una tarjeta postal a la lejana o próxima retaguardia. Seguir con nuestros hábitos, nuestras costumbres, nuestras aficiones, es una de las más eficaces fórmulas de frustrar un viaje”(1).

Cuando de regreso, ya en el autobús me propone hacer un relato de lo que hemos visto, con el fin de tener un recuerdo actualizado de las ciudades y monumentos visitados, acepté de inmediato y tan pronto me ha sido posible, me he puesto a cumplir con lo prometido. Si recordar es volver a vivir, quiero con este relato volver a vivir y que los demás compañeros de viaje participen de mis vivencias y recuerdos. “Un Viaje a la Historia”, quiere ser no sólo un recuerdo; quiero transmitir a los demàs mi opinión sobre unas ciudades, un territorio, que han sido sujeto activo en la evolución y construcción de la Historia de España. En gran parte de los lugares recorridos, se han desarrollado acontecimientos que han tenido una importancia capital en el devenir de la España actual y de nuestros mayores.

( 1 ) Camilo José de Cela.” Descubra España”

Camino de Segovia

El sábado 17 de Septiembre de 2004, bajo un intensa lluvia que hacía presagiar malos augurios, que afortunadamente para la expedición no se confirmaron, se inicia el viaje en Más de las Matas con destino a Segovia, donde teníamos previsto pernoctar todas las noches. En el interím, el autobús, pasa por Foz Calanda, en donde tenía que recoger varios compañeros de viaje, y se dirige a Zaragoza, para recoger a la guía de la expedición, al que suscribe este relato y mis dos hermanos Pili y Eloy.

Reiniciado el viaje, el excelente conductor que es Juan Segura, (no me cansaré de resaltar la gran prudencia con que lleva el autobús y el perfecto conocimiento de todas las rutas), nos lleva desde el Tercer Cinturón de Ronda en que nos encontramos, al Cuarto y de ahí a la autovía de Madrid. Atravesamos la meseta de La Muela ante el asombro de todos de ver probablemente el mayor parque eólico de España. Más de mil aerogeneradores han transformado una localidad apenas conocida, con una agricultura de secano y escasos medios económicos, en una población que goza en estos momentos de una riqueza “per cápita”, de las mayores de España. Su alcaldesa, María Victoria Pinilla, ha sido la artífice de este milagro; de cómo un pequeño pueblo, que en el censo de 1996, no alcanzaba los mil habitantes, en el año 2003, haya superado los tres mil, que esté construyendo una urbanización de más de tres mil viviendas, amén de innumerables logros sociales y esté terminando el polígono industrial “Centro Vía “ con más de cuatro millones de metros cuadrados, en el que se espera dar trabajo a unas doce mil personas. En este momento se está terminando la 4ª y última fase, con gran parte de las parcelas vendidas. Su proyecto definitivo es hacer de La Muela una ciudad de 40.000 a 50.000 habitantes.

A continuación. nos adentramos en el valle del Jalón; atravesamos La Almunia de Dª Godina, en donde observamos las numerosas plantaciones frutícolas, Calatayud, Ateca y llegamos al área de descanso de Ariza, en donde hacemos la primera parada técnica del viaje. Después de tomar un “tentempié”, reemprendemos ruta sin más novedades. Atravesamos unos kilómetros .de la provincia de Soria, dejamos atrás Guadalajara y Alcalá de Henares, observando el influjo de Madrid, cogemos la M-50 y por el Norte de la Capital de España, nos adentramos en la Sierra de Guadarrama, no sin antes observar los numerosos polígonos industriales, así como ciudades como San Sebastián de los Reyes, Alcobendas, Majadahonda, dormitorios de la gran ciudad, que en pocos años han multiplicado por varios enteros su población. Antes de entrar en el túnel que sirve de soporte a la autopista Villalba –Villacastín, que permite atravesar la Sierra de Guadarrama, podemos ver a un lado de la misma, la gran Cruz, que corona el monumento del Valle de los Caídos, de 150 metros de altitud sobre la base, y al otro el Monasterio de San Lorenzo del Escorial, lugares que visitaremos en su día. Atravesada la Cordillera, estamos en la Meseta Norte, y a poco, girando a la derecha ya podemos divisar los tres monumentos emblemáticos de Segovia: El Alcázar, el Acueducto y la Catedral. Poco después, entramos en la Avenida del Sotillo y llegamos al hotel del mismo nombre, en donde tenemos reservada nuestra estancia; son cerca de las dos de la tarde y por lo tanto una vez que cogemos el equipaje, nos asignan la habitación y tras un leve descanso damos buena cuenta de la comida.Una vez que hemos terminado de comer y descansado del viaje, estamos en condiciones de iniciar nuestra visita turística; la tarde del sábado la dedicaremos a Segovia.

Segovia

La visita a Segovia como es de rigor, empieza al pie del Acueducto. Allí mismo, nos espera el guía que nos ha de acompañar toda la tarde.

La construcción del Acueducto de Segovia se inicia a finales del Siglo I o principios del II, sin que se haya podido resolver la duda acerca de quien fue el emperador romano que ordenó su construcción entre Vespasiano o Trajano. Su finalidad consistió en transportar el agua que procedía de Riofría, en la Sierra de Guadarrama al centro de la Ciudad ya que los romanos desconocían el principio de los vasos comunicantes.

Acueducto de Segovia.Tiene 119 arcos y 728 metros de largo. El aparejo del Acueducto no lleva argamasa, habiéndose empleado la técnica de la superposición de las piedras. Para su construcción se emplearon sillares de granito traído de la vecina Sierra de Guadarrama. Al pie del Acueducto pudimos ver el Mesón de Cándido, famoso por el cochinillo asado.

Enfilamos la calle de Juan Bravo, en honor al comunero de dicho nombre, al final de la cual tiene un monumento eregido en su memoria. Observamos por indicación del guía, la característica de muchas fachadas de esta ciudad, consistente en cubrir todas ellas con unos dibujos en forma de artesonado, así como el sistema de tejas invertidas con lo que se cubrían muchas de las casas antiguas.

Al final de la calle, en uno de los lados de la Plaza Mayor, se encuentra la Catedral, monumento que se halla en la parte más alta de la ciudad. En Segovia, el Acueducto representa la arquitectura civil; la Catedral las construcciones religiosas y el Alcázar los edificios guerreros.

La Iglesia, de estilo gótico florido, es uno de los más bellos ejemplares de este arte en España, hasta el punto de que se le ha llamado “ la dama de las catedrales españolas” por su elegancia y esbeltas lineas.. Su construcción, como reparación de la antigua catedral destruída por la Guerra de las Comunidades, fue ordenada por Carlos I en 1525. Su torre original, tenía 105 metros de altura, la más alta de la catedrales españolas, fue abatida por un rayo. Sus reformas posteriores la dejaron en 88 m. El cimborrio de 67 m., es de los más bellos de España. En el interior, podemos destacar el retablo de Santiago realizado por José de Churriguera y el de La Piedad de Juan de Juni, de estilo barroco. En el Museo de la catedral, pueden verse obras de Berruguete, Alonso Cano y Morales.

En contra de lo que es habitual, cuando de construcciones defensivas se trata, el Alcázar de Segovia, como ya hemos dicho anteriormente no está en la parte más alta de la ciudad, reservada para la Catedral; no por ello era menos infranqueable. Se halla emplazado al borde de un espolón, rodeado en tres de sus lados por un enorme precipicio, formado por el cauce de los ríos Clamores y Eresma, de forma que su conquista se hacía prácticamente imposible.

Su construcción que se inicia en los albores de la Edad Media, se amplía por Alfonso VI y más tarde por Alfonso X el Sabio. Es del más puro estilo gótico, si bien tiene reminiscencias del románico, destacando asimismo el patio herreriano mandado construir por Felipe II. Fué residencia real hasta 1570; de él salió Isabel la Católica para ser coronada reina de Castilla en 1474 y Felipe II celebró allí su boda con Ana de Austria, siendo prisión municipal de ilustres personajes de la época como el duque de Medinacelli y el Marqués de Ayamonte.

Concluída la visita del Alcázar, nos deja el guía y nos dirigimos cada uno al lugar en que nos espera el autobús que nos ha de llevar al hotel.

Como la tarde del sábado estaba reservada exclusivamente para Segovia, llegamos relativamente pronto al hotel, lo que nos permite a cada uno cierta libertad para leer la prensa, comentar la jornada o retirarse a la habitación a descansar hasta la hora de la cena. Terminada ésta, es la hora de demostrar las habilidades con las cartas, en las numerosas partidas de guiñote que se organizan. Ahora bien, teniendo en cuenta que al día siguiente nos espera una larga jornada, prueba de lo cual es que la orden de levantarse es la siete de la mañana, la sobremesa se hace corta, retirándonos muy pronto a la habitación.

Toledo y Aranjuez

El domingo día 18, tenemos programada la visita a Toledo y Aranjuez. Teniendo en cuenta la distancia desde nuestra residencia, la hora de partida se fija a las ocho de la mañana. Efectivamente, a la hora prevista estamos preparados para iniciar nuestra primera ruta por las tierras de Castilla (en este caso, será Castilla la Mancha). Tomamos la autopista, en sentido inverso a la ruta de ayer, atravesamos el túnel y nos encontramos en la provincia de Madrid, la cual atravesaremos en su parte occidental en dirección a Toledo. Vista panorámica de Toledo.

Con una precisión taurina, sobre las 10 de la mañana llegamos a nuestro punto de destino. Toledo, está considerada, no sin razón, como una de las ciudades más turísticas de España. Sus apelativos de Ciudad Imperial, Ciudad de la tres Culturas, Ciudad Museo, es suficientemente significativo acerca de su importancia artística y cultural. Asentada sobre una roca granítica, está rodeada por el río Tajo, por el Este, Sur y Oeste, de forma que sólo resulta fácilmente accesible por el lado Norte. Sobre Toledo, se ha escrito mucho y bueno como lo demuestra, los dos millones de visitantes que recibe cada año. Enclavada en el centro de la península Ibérica, su importancia empieza poco después de la invasión visigoda, de forma que se erigió en capital del reino. Con la invasión de los árabes y la correspondiente desaparición del reino visigodo, se constituye en uno de los reductos más importantes de la civilización musulmana, fruto de la cual fueron los numerosos ejemplos de arte mudéjar. Al mismo tiempo, el pueblo judío desarrolla una intensa actividad comercial, llegando a convivir durante siglos los tres mundos más significativos de la época: el cristiano, el judío y el musulmán; la convivencia de las tres culturas le darían un esplendor extraordinario.

Hoy día, el centro histórico de Toledo, está reservado prácticamente al turismo; baste decir, que de los 75.000 habitantes con que cuenta actualmente la ciudad, solamente lo habitan unos 10.000; el resto está por el extrarradio en las urbanizaciones que se han ido levantando en los últimos tiempos. Toledo es desde tiempo inmemorial, sede del Arzobispo Primado de España, lo que denota su importancia eclesiástica. Por último, no podemos pasar en la breve referencia de esta ciudad, sin decir que con la nueva estructura político-territorial de España, Toledo es la capital de la Comunidad Autónoma de Castilla la Mancha. La construcción del AVE, por otro lado, a punto de inaugurarse, permitirá el desplazamiento desde Madrid en 20 minutos, lo que le proporcionará un nuevo aliciente.

Al llegar a Toledo, nos espera el guía correspondiente. Después de hacer la presentación de rigor, nos lleva a hacer un recorrido con el autobús por la carretera que discurre entre el Tajo, siempre al fondo de escarpadas vertientes, y las fincas con su casa correspondiente que se levantan a lo largo de la carretera, como si fueran perennes vigilantes de la ciudad antigua, las cuales han sido identificadas desde siempre con un nombre genérico: Cigarrales. En las obras de Lope de Vega, Cervantes, Garcilaso, por mencionar los más importantes escritores, no es de extrañar la mención de estas casas de recreo, sobre cuyo origen se han forjado numerosas versiones. Terminado el recorrido descrito, hacemos una parada en la Fábrica Nacional de Armas blancas, en donde pudimos observar con todo detalle el arte único denominado “damasquinado”, una especie de repujado aplicado al acero, con incrustaciones de oro, cuyo origen como indica su nombre, se debe a la ciudad de Damasco de donde se introdujo en Toledo por los orfebres árabes.

Entrar en la descripción de los monumentos de Toledo sería interminable. Sus numerosas iglesias, conventos y edificios civiles en los que la historia a lo largo de nueve siglos ha ido depositando su impronta, nos haría rellenar páginas y páginas. Por ello nos vamos a centrar en tres de sus monumentos.

Hablar de Toledo lleva implícito la referencia del Greco. Domenico Tehotocopoulus, como era su nombre de pila, nacido en la isla de Cretas, en el Mediterráneo Oriental al sur de Grecia, centró su vida artística en Toledo, en donde existe la casa del Greco y el Museo del Greco, situado en un edificio anejo. Pero si hay una obra que ha hecho inmortal a este pintor es El Entierro del Conde Orgaz, óleo de enormes dimensiones, que ocupa toda una pared en la iglesia de Santo Tomé, antigua mezquita restaurada en el Siglo XIV y cuya fama se debe únicamente a esa circunstancia.

San Juan de los Reyes, se considera el segundo monumento arquitectónico en importancia de Toledo; su iglesia, pero sobre todo el claustro de un gótico florido excepcional, es sin lugar a dudas el más bello ejemplar de este estilo que hay en España. Su contemplación produce tal éxtasis, que parece trasladarte a otro mundo. Su construcción fue ordenada por los Reyes Católicos en el siglo XV y terminada en el siglo XVII. Su visión y deleite, justifica por sí sólo, la visita a esta ciudad.

Sin lugar a dudas el primer monumento de Toledo lo constituye su Catedral. Esta, junto a las de León y Burgos, constituye la trilogía emblemática del arte gótico en España. Si la catedral de León destaca por su pureza (se le ha llamado, no sin razón, la Pulcra Leonina), y la de Burgos por su orfebrería, la de Toledo destacaría por su grandiosidad y esbeltez. Es la mayor iglesia gótica de Europa después de la de Milán y Sevilla. Su construcción, se inicia en el siglo XIII siendo rey de Castilla, Fernando III el Santo y concluye en el siglo XVI. Junto a las dimensiones de su fábrica, cabe destacar sus grandes tesoros artísticos, entre los que debe señalarse su enorme y preciosa Custodia, de valor incalculable cuya exposición pública se hace cada año en la procesión del “Corpus Cristi”. La magnificencia de la Catedral es abrumadora; atendiendo solo a lo propio del estilo, se nos ofrece como una de las obras maestras del arte ojival en Europa y causa de legítimo orgullo de los españoles, que ven en ella, no una servil imitación de un estilo extranjero, sino una magnífica adaptación de éste al espíritu y tradiciones nacionales.

Hemos señalado anteriormente, la importancia que tuvo durante siglos, en el devenir de la historia de Toledo, la presencia del pueblo judío. Consecuencia de ello sería la existencia de numerosas sinagogas, o templos donde se reunían para sus cultos religiosos. En la actualidad, se conserva una de ellas, en perfecto estado, siendo poco menos que obligatoria, la visita de ella. Cumpliendo con el requisito de rigor, el guía nos llevó al lugar donde se encuentra, explicando las notas más sobresalientes de la misma e indicando la influencia que la sociedad judía, tuvo en la historia de Toledo. La expulsión de los judíos, como en el resto de España, tuvo una gran repercusión, sobre todo en la economía

Terminada la visita de Toledo, nos disponemos a comer en el restaurante que nos ha reservado previamente la Agencia de Viajes; terminada ésta, con un pequeño descanso, tomamos el autobús con dirección a Aranjuez. Siguiendo el curso del Tajo, en sentido inverso a su corriente, después de una hora aproximadamente, llegamos al Real Sitio.

Aranjuez, situada en la confluencia del río Jarama, después de recibir las aguas del Henares, con el río Tajo, se levanta sobre una extensa y rica vega, famosa tradicionalmente por sus espárragos, fresas y demás productos hortícolas, que abastecían al cercano mercado de Madrid. Hoy está dedicado fundamentalmente al cultivo del maíz, cuya mano de obra se reduce considerablemente. Esta villa, que en la Edad Media perteneció a la Orden de Santiago, fue adquirida por Felipe II, su primer propietario regio. No obstante, sería Felipe V, quien mandara construir su actual Palacio y sus hermosos jardines . Este rey, nieto de Luis XIV de Francia, al ser proclamado rey de España como consecuencia de la Guerra de Sucesión a la Corona de España, al morir sin descendencia Carlos II en 1700, quiso introducir y en gran parte lo consiguió, los hábitos y costumbres de la corte francesa. Una de sus manifestaciones fue, construir el palacio y los jardines de Aranjuez a imitación de Versalles, en las afueras de París.

El Palacio, del más puro estilo neoclásico, con una riqueza incalculable en pinturas, lámparas, y decoraciones, forma junto con el Palacio Real y el de la Granja de San Ildefonso el tríptico de Sitios Reales, de la dinastía Borbón, de tal modo que pocos países son capaces de igualar un conjunto similar. Los mejores pintores, los más afamados artistas de la época, sobre todo italianos y flamencos, dejarían su sello imborrable en las numerosas salas y dependencias. Su mayor elogio, en mi opinión, sería afirmar que es una reproducción en pequeño del Palacio Real de Madrid. Los jardines que ocupan una gran extensión, aunque no alcanzan las dimensiones de los de La Granja, constituyen uno de sus mayores atractivos. Su magnificencia y abundancia de flores, constituían una razón para que la Corte de los Borbones, durante los siglos XVIII y XiX, fijara su residencia durante la primavera.

Un hecho histórico hizo famosa a esta ciudad: El Motín de Aranjuez. El 19 de Marzo de 1808, las tropas que formaban el acuartelamiento real, se sublevan contra Godoy, el privado del Rey Carlos IV, obligándole a abdicar en su hijo Fernando VII, escribiendo uno de los capítulos más bochornosos de la Monarquía Española, y facilitando la invasión de los tropas francesas que daría lugar a la Guerra de la Independencia.

Terminada la visita al Real Sitio de Aranjuez, nos encaminamos por el Sur de Madrid hacia nuestro destino cotidiano. Desde la autovía podemos ver los letreros que nos anuncian los otrora pequeños pueblos y hoy grandes ciudades residenciales de Pinto, Valdemoro, Parla, Móstoles,(el pequeño pueblo cuyo alcalde en 1808, pronunció la famosa proclama “ Españoles, la Patria está en peligro: Defendámosla”, hoy convertida en una ciudad de 200.000 habitantes), Getafe, Fuenlabrada, Etc. Cuando nos damos cuenta estamos de nuevo en el túnel de Guadarrama, y nada más pasarlo nos dirigimos a Segovia. Llegamos justo a las nueve de la noche, cenamos y después de la sobremesa de rigor en el salón de juegos, vamos a hacer acopio de energía pues al día siguiente nos espera Madrid.

Madrid

El día 19 lunes, tenemos programada la visita a Madrid. A las 9 de la mañana, salimos del hotel para llegar a las 10. Pasamos por Las Rozas, Puerta de Hierro, Ciudad Universitaria, Moncloa, Princesa y llegamos a la plaza de España donde nos espera la guía.

Después de ver el monumento a D. Quijote y Sancho, nos dirigimos al Palacio Real, donde hacemos una parada técnica. Damos una vuelta por la plaza de la Opera con el Teatro Real como eje central, y examinamos la parte externa del Palacio Real con la gran explanada anterior, y el Patio de Armas. Enfrente de la entrada principal, se encuentra la basílica de la Almudena, en la cual está en estos momentos una exposición sobre la Inmaculada Concepción. A continuación tomamos el autobús e iniciamos la visita panorámica de Madrid.

Palacio de Oriente de Madrid.A través de la calle Mayor, nos dirigimos a la Puerta del Sol, en donde la guía, como no, nos indica el lugar en que se encuentra el punto kilométrico 0 que sirve de referencia a las 6 carreteras nacionales (hoy autovías) transversales. Seguimos por la Carrera de San Jerónimo, pasamos por delante del Palacio de las Cortes, y al llegar a la Plaza de Neptuno, tomamos el Paseo del Prado, pasando por delante del Museo del mismo nombre, el Palacio de Correos, la Cibeles y seguimos por Recoletos. Podemos ver a la derecha el Palacio de Liria, una de las residencias de los Duques de Alba, Paseo de la Castellana con el Estadio Bernabeu, la Torre Picaso, las Torres de Kío , donde hacemos una parada para observar a pie los alrededores.

Regresamos por la misma Castellana y después de divisar los Nuevos Ministerios, nos adentramos en el Barrio de Salamanca; pasamos por Joaquín Costa, Francisco Silvela, plaza de Manuel Becerra y por Alcalá, llegamos a la Plaza de Las Ventas. Hacemos nueva parada, después de observarla detenidamente por fuera, y reiniciamos la visita volviendo por la misma calle hasta llegar a la Puerta de Alcalá, uno de los monumentos legados por Carlos III, llamado popularmente, como el “mejor alcalde de Madrid”, en consideración a la gran transformación que experimentó durante su reinado. De aquí, a través de Alfonso XII vamos bordeando el Parque del Buen Retiro, pasamos por el Jardín de los Desaparecidos, en recuerdo de las 192 víctimas del 11 M, y llegamos a la estación de Atocha. Aquí hacemos otra parada para visitarla por dentro, pudiendo ver el Jardín Botánico creado en la antigua estación y que debido al control de la temperatura que se lleva en él, permite cultivarse plantas tropicales. De nuevo en el autobús, pasamos por el Ministerio de Agricultura y acto seguido nos deja en una de las calles adyacentes, en donde está reservado el restaurante para comer.

La tarde del lunes tenemos visita libre por Madrid hasta las ocho, en que el autobús nos recogerá de nuevo en Sol. Un grupo numeroso, optamos por visitar detenidamente el Palacio Real. Volvemos, aunque por distinto itinerario al Palacio Real y contratamos por nuestra cuenta un guía, el cual nos dará una explicación muy amena, intercalando la descripción técnica con numerosas anécdotas.

El Palacio Real, se extiende sobre un altiplano, al Norte del Manzanares (aprendiz de río, como le llamaría Gómez de la Serna en una de sus “greguerías”), con la visión al fondo de La Casa de Campo, antiguos montes reservados para la caza de la Casa Real y hoy transformados en el gran parque de Madrid. En el lugar que ocupa el Palacio Real, estuvo construída una fortaleza árabe y el antiguo alcázar de Madrid. Su construcción se inicia en el año 1734, bajo el reinado de Felipe V, sobre los restos de dicho alcázar, destruído por un incendio. El Rey Borbón, encargó al italiano Sacheti, un proyecto de palacio que fue del agrado del Monarca. Colaboraron con él, los arquitectos españoles Baltasar de Elgueta, y Ventura Rodríguez, cuyo estilo se advierte en el elegante diseño de las fachadas. Sabatini, trabajó en la monumental escalera y en los escultóricos jardines. El resultado fue un edificio grandioso, con unas 2.800 habitaciones, si bien sólo se utilizan unas 200, habiendo pasado a la Historia, como uno de los palacios más enormes y suntuosos de Europa.

Hay treinta bóvedas principales decoradas por los pintores más famosos de la época.:Bayeu, Tiépolo, Mengs, Vicente López, etc. Entre sus estancias destacan la Biblioteca, el Salón Gasparini, el de Porcelana, el del Trono, la Capilla, el Comedor Real y la Real Farmacia. Las lámparas de un valor artístico impresionante, fueron construídas en las más importantes fábricas de Europa, destacando sobre todas las de cristal de Bohemia. En conjunto el Palacio es un auténtico museo de pinturas y artes decorativas. A diferencia de otros palacios hermanos, se utilizó como residencia real hasta principios del siglo XX y se sigue utilizando para diversas ceremonias oficiales. Quizás por ello, su ambiente exhala un hálito de vida que no existe en otras construcciones semejantes.

Frente a Palacio, se halla la estatua de Felipe IV a caballo, considerado como uno de los mejores monumentos escultóricos de Madrid.

Terminada la visita al Palacio Real, nos distribuimos por grupos y a través de la Calle Mayor y adyacentes, llegamos al mercado de San Miguel y después a la Plaza Mayor. Esta plaza constituye sin lugar a dudas uno de los atractivos principales del Madrid de los Austrias. Su trazado rectangular del más puro estilo herreriano, sus porches e infinitos balcones, la otrora plaza destinada a los más diversos festejos, hoy constituye el punto neurálgico de los acontecimientos más solemnes del Ayuntamiento de Madrid. Por otro lado, el visitante, no puede resistir la tentación de sentarse en una de las numerosas terrazas y soborear un reconfortante refresco, un aperitivo o una copa de vino, según el momento y circunstancias.

Una vez descansados del ajetreado día, y saboreado a plenitud el ambiente que nos rodea, nos dirigimos a Sol, donde nos espera el autobús, para regresar a Segovia. Atravesamos la calle Arenal, Plaza de la Opera, Ferraz, y a través de la Ciudad Universitaria, tomamos la autovía de La Coruña que nos ha de conducir a nuestro punto de descanso.

(Continuará...)