En las publicaciones mensuales que no faltan nunca a su cita se da una feliz coincidencia matemática. Antes de cumplirse 25 años de su inveterada edición, el mes que le precede supone alcanzar un guarismo también mágico: el número 300. Y esto es lo que le ocurre a EL MASINO.

Podemos pensar que pasaba por las mentes de quienes pusieron en marcha el boletín en aquel lejano mes de diciembre de 1981. ¿Creían que llegaría tan lejos? ¿Que habría personas dispuestas a coger su testigo? ¿Que rebasado el cambio de siglo, los cambios tecnológicos y sociales lo convertirían en una antigualla a la hora de difundir la cultura?...

Hete aquí que sus preguntas están despejadas a la vista de esta edición y teniendo en el horizonte tan singular celebración en el número de enero que se prolongará a lo largo de todo el 2007. Son tres cientos nada menos, goza de buena salud y podrá soplar las veinticinco velas rodeado de amigos.

Que el solsticio y el nuevo año os traigan lo mejor a quienes cada mes esperáis estas páginas con tanta ilusión.