Masineando
Alfredo Mir

Melina, es una joven que pertenece a la Casa de Aragón en Mar de Plata (Argentina). Coincidí con ella en Zaragoza en el recientemente clausurado 2º Congreso de Casas de Aragón en el exterior. Me conmovió su emoción cuando los congresistas pasamos a efectuar la ofrenda de flores a la Virgen del Pilar y ella se sumió en un profundo llanto dificil de consolar.

Cuando mas tarde, me interesé por su estado de ánimo, me compartió "Mi abuelito era de Monreal del Campo, emigró a Argentina donde nació mi papá que de jovencito se interesó por toda la cultura que envuelve a Aragón y por eso yo, ya de pequeñita en la cuna, oía cantar jotas y de mas mayorcita ví con agrado como papá y mamá bailaban la jota. Crecí en un ambiente de fervor y devoción por la Virgen del Pilar y, es por eso, que en mi primer visita a España y tener la Virgen tan cerca, no pude contener mi emoción".

Su experiencia a propósito de aquel encuentro fue poder contactar con tantos jóvenes amantes de esta tierra y sobre todo constatar que el lema del Congreso:" Aragón, la tierra que nos une" era palpable en todos los que participábamos en el mismo.

Nos despedimos con un beso, un fuerte abrazo y una foto , al tiempo que le compartía que, personas como ella, despertaban el sentimiento aparcado de aragonés que yo tenía en un rincón del corazón. Le dije por último que ya no solo me declaraba aragonés sino embajador de Aragón.

Gracias Melina.

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"Soy de Aragón la tierra noble......" fue la canción que en boca de un emigrante hizo que me emocionara sin poderme dominar.

Fue durante el fin de semana del 4 y 5 de noviembre en que, con el Centro Aragonés de Badalona, participamos en un festival de jotas, en Toulouse (Francia), que habían preparado con sumo detalle. Nos hicieron saber que había llegado un autocar con aragoneses de otros puntos de Francia para asistir a ese festival y, el ver la sala de aquel teatro tan sumamente llena de gente ansiosa de buscar un nexo de unión con su patria chica, me obligó a presentarnos con mayor respeto y admiración por esos paisanos.

Es entrañable tomar contacto con personas tan llenas de historia y tan llena de recuerdos como aquellas dos hermanas que, al saber que era de Mas de las Matas, me buscaron durante el descanso para decirme que ellas también eran nacidas en Mas de las Matas pero, las circunstancias hicieron que fueran arrancadas de sus orígenes renaciendo a la nostalgia cuando hay oportunidades como la que estábamos viviendo.

Viví con intensidad la letra de aquella jota "Y estoy lejos de mi tierra, cuando oigo cantar la jota..." percibí la emoción y el entusiasmo de aquellas gentes, y su recuerdo es el mejor testimonio de situaciones que nunca debieron ser.