Carta de Pilar Zapater
Pilar Zapater

Barcelona 28 de Noviembre 2006

Queridos amigos: Soy una masina que dejó el pueblo el año 1949, hoy tengo 71 años y aún conservo todos mis recuerdos de aquella época con gran cariño, a veces sueño con ellos como si el tiempo no hubiera transcurrido.

No sabéis que alegría tuve el día que en la biblioteca del pueblo donde paso el verano, (Rubielos de Mora) me dieron la noticia de que recibían periódicamente El Masino, boletín informativo del Mas, mi pueblo. Desde entonces os leo y releo siempre descubriendo en sus colaboraciones apellidos conocidos aunque supongo que serán hijos o nietos de los que yo conocía, había ido al colegio con ellos o jugado en la plaza.

En el número de agosto la entrevista con Concha Trullenque me emocionó, pues con ella había jugado no pocas veces y nunca había sabido de su vida, sus vicisitudes y porque no, de su aventura por tierras de África, junto a su esposo, claro ejemplo de un matrimonio que mucho se quieren y por ello han superado juntos toda clase de adversidades. ¡Enhorabuena! Creo que es un buen espejo donde mirarse las parejas de hoy.

Otra de las cosas que me sorprendió favorablemente fue la exposición fotográfica, que en su día pude ver, máxime cuando en ella reconocí a parte de mi familia y amigos, de haberlo sabido yo hubiera aportado alguna de mis padres o abuelos.

Resumiendo que el Más me parece un pueblo muy vivo y con muchas ganas de hacer cosas nuevas para todos sus habitantes e integrar a los nuevos vecinos que llegan desde otros países con costumbres, idioma y religión diferentes a las nuestras.

Quisiera despedirme con unas estrofas de un poeta para mí muy querido, por tratarse del padre de mi esposo y que se refieren a su pueblo cuando volvió de una larga ausencia, en este caso yo las hago mías.

Tierra que yo abandoné

buscando más horizontes

a mi inquieto pensamiento;

tierra que no borró el tiempo...

ni el aplauso, ni el placer,

yo quiero volverte a ver

recíbeme con cariño,

si te abandoné de niño,

de hombre te quiero ver,

quiero tus glorias cantar,

gozar tu plácida calma,

llenar de vida mi alma,

en el dosel de mi hogar.

Un cariño saludo para todos y muchas felicidades.