Todo empezó con el arreglo de las calles. Para celebrarlo se propuso hacer una cena y de paso porque no cambiábamos el Santo que estaba roto y le hacíamos una hornacina para que siempre pudiera verse. La verdad es que los vecinos se volcaron, además de los de la calle La Agüera, se sumaron algunos de la calle La Lonja y adyacentes, algunos no viven en ellas y otros sólo vienen en vacaciones pero también quisieron colaborar (total 29 vecinos). El Ayuntamiento colaboró con una subvención. Se inauguró el día de San Juan con una misa y al final se repartieron pastas y moscatel a los asistentes. Por la noche se hizo la fiesta, cenamos 53 personas y hubo hasta baile. Fue el primer año y aunque no siempre se hacen las cosas a gusto de todos salió bastante bien.

Después llegaba el Comendador y para lucir La Replaceta la comisión nos propuso que bajase, se pondría una placa con el nombre de la plaza y otra encima de la fuente con la historia de la primera casa del pueblo. Que vamos hacer los vecinos, pues colaborar, nos pasamos todo el verano, tarde y noche haciendo cortinas para tapar las puertas y las rejas y cosiendo para vestir los balcones.Fue una forma de pasar el verano ocupadas y de darnos cuenta de lo bien que estamos las vecinas que aunque seamos pocas en la calle, mal que le pese a alguna, nos llevamos de maravilla y a la hora de trabajar siempre estamos dispuestas.

Volvió a llegar San Juan y se volvió a celebrar con una misa y pastas. Hicimos una cena improvisada, pero no por ello deslucida, como amenazaba lluvia nos resguardamos en una cochera y a celebrar San Juan. Y así va a continuar cada año, ya que le hemos cogido el gusto a la verbena.

Este año para el Comendador han habido cambios y como no, nos hemos sumado a ellos. Primero hemos acabado de vestir los balcones que quedaban y hemos cosido unas cuantas estrellas más. El estandarte, la representación, algún traje que se han hecho, también hemos cenado y luego a ver los correfocs.

Ya estamos pensando para el año que viene.

FOTO ALFREDO