El regreso del Comendador

Lo que no se atrevió a recitar el ciego

José Manuel Pastor

(Dedicado a los organizadores de “El Regreso del Comendador”, a sus colaboradores en especial y al pueblo masino en general)

Venid, venid y escuchad

a este ciego siempre errante,

que la historia os narre

de “aqueste” noble farsante.

Llegó en su caballo triunfante

prometiendo sueños grandes,

tras tres años de saqueo

el pueblo ha deshecho.

Mucho os esforzasteis

preparando el convite,

quince días comí yo

con las sobras del banquete.

Perdonó al molinero

a cambio de alto diezmo,

se quedó su casa, su mujer,

su dignidad, su maíz y su heno.

Las mujeres humilladas

y su “cebada” vendida,

los hombres ultrajados

con la “honrilla” caída.

Pero no se va solo

que se lleva al Justicia,

D. Blas cede el mando

por un saco de avaricia.

Ya no alza su bastón

exigiendo su respeto,

ha dado a D. Ramón

el bastón y su calzón.

¡Ah, pueblo ignorante

seguid honrando a nobles,

a Comendadores y duques,

marqueses, condes o monjes!

Pero tranquilos

Plebe de mente humilde,

Pronto vendrá otro noble

a reclamaos su dote.

Si queréis saber

lo que dice este pliego,

¡Tomad, os lo regalo,

que no os queda un diezmo!