Impresiones

José Manuel Pastor

Hoy nos encontramos en el barrio zaragozano de Movera, en casa del matrimonio Bescós. Dicho así, puede ser que pocos masinos sepan de quienes hablamos, pero si decimos que ella es Concha Trullenque, masina de nacimiento y de corazón, que conoció a Alejandro Bescós, un joven atrevido dispuesto a abrirse camino en el continente africano ya que aquí le cerraban las puertas, quizás ya sepan de quienes hablamos. Pero vayamos por partes:

Dña. Concha Trullenque

Nacida en nuestra localidad, dejó muy jovencita todo lo que conocía para seguir al hombre que había conquistado su corazón. Con él ha pasado todo tipo de visicitudes, el camino recorrido ha sido arduo difícil, pero siempre salió adelante junto a él. Hoy mira hacia atrás y sabe que nunca se equivocó.

MASINO.-¿Le costó mucho tomar una decisión como ésta, cambiar lo que conocía por África?

Concha.-No. Yo allá donde ha estado mi marido he sido la mujer más feliz del mundo, incluso mi marido me decía a veces: "Concha, qué mala vida tienes", y yo le decía: "contigo voy hasta el infierno si hace falta". Siempre he sido muy feliz en la selva y en todos los lugares que he estado. Piensa que yo empecé a festejar con mi marido a los catorce años y ni he bailado, ni he hablado con otro más que con él. Amor eterno.

M.- ¿Cómo está considerada una mujer en estos países?

C.- Allí es una vida libre para ellos, no es como aquí. Controlan más a sus mujeres, un hombre puede llegar a tener siete mujeres, comprarlas. La primera mujer es como la madre del resto de las esposas,... Es una vida muy distinta, para mí horrible, pero es la vida de ellos.

M.- ¿Cómo es un día de la vida de una mujer como usted en África?

C.- La vida del día a día se basa en lo mucho que quiero a mi marido, si no fuera por esta gran razón sería insoportable. Si quieres mucho a tu familia, todo te parece precioso. He estado muchas veces sola porque él a lo mejor se iba durante días... He estado con otras mujeres casadas que no aguantaron, no pudieron seguir al marido. Mi mayor ilusión era hacer a mi marido feliz, cuidarlo mucho,... hasta le hacía pastas (magdalenas, mantecados, tortas de alma,...) que se hacen en Mas de las Matas. En Navidad, hacía yo los turrones utilizando como horno un bidón, semejante a uno de gasoil, donde hacía yo también todos los días el pan. Este bidón, hecho por mi marido, lo llenó de tierra el fondo, y unas hojalatas incrustadas para colocar las barras de pan a cocer. Esto, por supuesto, cuando conseguimos tener harina, que no la tuvimos al llegar allí.

M.- ¿Cómo llegaron a proclamarle "Mamá Concha"?

C.- Cuando pensamos en hacer las escuelas para niños, que empezamos de poco y llegamos a tener trescientos alumnos, entre los mismos trabajadores del pueblo quisieron que se llamasen las escuelas "Mamá Concha". Para mí fue un honor que nunca olvidaré. Estaban registradas oficialmente con este nombre a nivel estatal.

M.- ¿Cómo se imparte enseñanza en un país tan remoto como Gabón?

C.- Allí tenemos trescientos niños en el colegio, con ocho maestros africanos. Yo personalmente no les podía enseñar mucho ya que mi lengua allí era francés pero muy limitado.Así que son estos ocho maestros quienes imparten la enseñanza. He de decir que son niños muy inteligentes, muy despiertos y que aprenden muy rápido. Yo les hacía regalos para las navidades, imagínate, tenía que preparar trescientos regalos, ellos se volvían locos de contentos y yo, pues me sentía muy feliz.

M.- Allí también se enseña la doctrina católica, ¿crea discrepancias con las creencias que allí se pueden tener de siempre o es bien admitida?

C.- Allí hay católicos. Yo como rezaba el Rosario todos los días y me oían, venían a perdirme cosas, a hacerme peticiones. Pero en líneas generales allí no se cree mucho en la religión cristiana. No han habido principios, estábamos lejos de toda civilización. En la zona donde vivimos nosotros, cuando llegamos no había nada. Con el tiempo hemos hecho escuelas por todos los poblados, hospitales, que daban un beneficio social muy grande. Y en las escuelas se enseñaba nuestra religión, pero claro, es una cosa nueva, es otra creencia distinta a la de ellos y no acaban de entenderla o aceptarla.

M.- ¿Cómo es su cultura?

C.- En el interior del país, cuando llegamos nosotros, el analfabetismo era total. Por mediación de las escuelas que creamos nosotros, los niños que han pasado por ellas han ido adquiriendo cultura, aprendieron. Ahora mismo tenemos en París un alumno, que siempre demostró ser superior a los otros, está estudiando para Diplomático, estudios costeados por nosotros, le quedan dos años de carrera y bueno, de momento, va bien. Y la cultura general del país pues, va progresando. Hay gente muy inteligente y el nivel cultural está creciendo día a día. Perdona que vuelva a lo de antes, pero me acuerdo de otro alumno de nuestras escuelas que actualmente es el médico personal del presidente de Gabón. Su iniciación fue aquí, en estas escuelas, en pleno bosque, doctorado años después por la Universidad de Marsella.

M.- ¿Qué recuerda de Mas de las Matas?

C.- Allí nací, y aunque estoy lejos, quiero a todo el mundo, a mis amigas Conchi, Carmen Ballarín, mi prima Angelines Mir,... Para mí ese pueblo es especial, quiero a todos.

M.- ¿Ha pensado alguna vez en visitar a sus masinos o la intensa vida que llevan les niega esta visita?

C.- Muchas veces le digo a mi marido: "Tenemos que ir a ver a los masinos, a mi prima Ángeles, que ella como está soltera, está solica". Tenemos a Concha y a José Pastor, que alguna vez me llama,... sí que deberíamos ir.

M.- Mande un mensaje a todos los masinos/as que usted conoció.

C.- Os quiero muchísimo, y que si podéis, venid algún día a verme, que yo cuando pueda algún día también iré.

M.- Y al pueblo en general.

C.- Hay mucha gente que quiero muchísimo, porque mis padres fueron también nacidos allí y conocía a los amigos de mis padres y esas cosas, desde niña ya no se olvidan nunca. Les deseo a todo el pueblo lo mejor y les mando con todo mi cariño un abrazo muy grande.

M.- Muchas gracias Concha. Le esperamos en el Mas.

 

D. Alejandro Bescós

Nunca lo tuvo fácil. Es un claro ejemplo de superación. De joven le cerraron las puertas de más de una empresa, le traicionaron. Hoy, en su madurez, tiene los reconocimientos de los gobiernos español y gabonés. Todo tipo de condecoraciones, incluida la Cruz de Isabel la Católica, insignias, diplomas, reconocimientos que nuestro país puede otorgar. Intermediario entre los dos países en negociaciones económicas en la época de Felipe González, gran amigo de Sus Majestades los Reyes de España. El empresario más fuerte en su sector, el maderero a nivel nacional. De hobby escritor, publicó tiempo atrás el libro de su vida, "Una voz en África".

MASINO.- ¿Qué le llevó a publicar este libro?

Alejandro.-El dar o que quedase, mejor dicho, constancia de la verdad, sin malas interpretaciones ni equivocaciones, la verdadera vida de quien escribe. Y sobre todo, para que los nietos supieron la vida de los abuelos.

M.- Para aquellos que no conozcan su libro, ¿cómo fueron sus inicios en África?

A.- Fui buscando un nuevo horizonte, que debíamos conseguir con el esfuerzo, esfuerzo que pusimos la mujer y yo, con el trabajo y el sacrificio. El comienzo fue duro, primero yo solo en el desierto, participé en el descubrimiento de fosfato en el Sahara. Luego fui a Guinea, allí pudo venir mi mujer hasta que fuimos expulsados por la independencia de Guinea. Y luego ya nos instalamos en Gabón. En total hemos estado en África cuarenta y cuatro años.

M.- ¿Alguna vez llegó a pensar que el negocio maderero le podía llegar a dar un status social tan alto?

A.- El hombre siempre piensa en un porvenir, un porvenir que sale del esfuerzo. Había una posibilidad de hacer lo que no había hecho nadie, que es explotar un bosque a seiscientos kilómetros de la ciudad, donde no habían carreteras, sólo agua y bosque. Allí sacamos una explotación forestal de la nada, donde después habían escuelas, pequeños hospitales y la empresa modelo del país, considerada así por el Gobierno. Eso conseguimos con el esfuerzo.

M.- Hoy en día, quien desee comenzar en este negocio, ¿lo tiene más fácil o más complicado de lo que lo tuvo usted?

A.- El que quiera estar dedicado exclusivamente al trabajo y no le tenga miedo ni al esfuerzo ni a la soledad, ese podrá hacer siempre un negocio donde sea.

M.- ¿Qué es lo más difícil de un negocio como éste?

A.- El soportarlo, el resistirlo, en todos los sentidos. Primero, te tienes que olvidar de todo menos del trabajo, tienes que dominar todo: soledad, trabajo, sufrimiento,... y de aquí sacarás el beneficio que puedes adquirir de una explotación forestal donde no habían habido hombres blancos antes de nosotros. Debes de ir con la idea de no fracasar, con el espíritu del progreso, es lo único que puedes tener contigo.

M.- ¿Cuál es la realidad del África actual?

A.- Es muy difícil. Es muy difícil de comprender. África corresponde a los africanos, debe ser para los africanos. Nosotros tenemos malos recuerdos de África en nuestra estancia en Guinea Ecuatorial, pero en cambio tenemos recuerdos impresionantes en Gabón y otros países africanos. Nosotros hemos colaborado con sus administraciones, con su Gobierno, hemos hecho muchas obras y seguimos con esa idea. Tenemos grandes amigos en África. Y repito, no debemos interpretar mal África, África debe ser para los africanos. Tiene cosas malas y cosas buenas como en todas las partes del mundo, y nosotros debemos buscar el equilibrio entre lo positivo y lo negativo. Y eso es África, y eso es Europa. El equilibrio de lo bueno y lo malo de cada continente.

M.- ¿Ha mejorado Gabón de cuando usted llegó a la actualidad?

A.- Mucho. Cuando llegamos nosotros no había practicamente nada. El país ha ido progresando porque es un país rico, dentro de lo que es la minería, petróleo, madera,... ha progresado mucho. Socialmente también hay una relación fabulosa de Gabón con España. Hay una gran colaboración de comercio y una gran amistad. Políticamente, tienen un gran presidente que conocíamos hace más de cuarenta años y siguen teniendo el mismo presidente. Es el único país de África que no ha tenido problemas y sigue aún en paz.

M.- ¿Cree personalmente que se ayuda lo suficiente a estos países como periódicamente destacan ciertos medios de comunicación?

A.- Los medios de comunicación tendrían que hablar de realidades y no de apariencias. Tendrían que buscar los motivos por los cuales dicen eso. Deberían de ir a África y ver porqué hay situaciones difíciles en África. Yo no soy quien para coger y deliberar sobre una situación como esa, pero si soy quien para decir que habría que ir allí para poder enjuiciar la verdad.

M.- Ahora mismo como va el funcionamiento de sus empresas y a cuántos lugares llega su producto.

A.- La cuestión de negocios es mejor no decir nada, eso se queda ahí plasmado. Negocios = 0. Expansión = 0. Cero en todas partes. Para que vamos a hablar de ello, si no conduce a nada. Cuando hables de tí, piensa que no eres nadie y entonces es cuando los demás dirán quien eres y quien puedes llegar a ser. Yo pienso que no soy nadie.

M.- En su vida ha conocido a numerosas personalidades del ámbito social y político de nuestro país, entre ellos a Sus Majestades los Reyes de España. ¿Cómo es la familia real en su ámbito personal?

A.- Ejemplar. Nosotros guardamos de ellos uno de los recuerdos más gratos, que no olvidaremos jamás. Hemos tenido suerte de estar con ellos en varias ocasiones y guardamos un recuerdo fabuloso. En esos momentos, ni son Reyes ni son otra cosa, son unos personajes sencillos, amables y no se distinguen con los demás. Esa es la opinión nuestra a nivel de Sus Majestades.

M.- ¿Alguna personalidad más a la que le deba una especial atención?

A.- Yo tengo una especial atención a todo aquel que es positivo en el país. No importa ni color, ni circunstancias, si es positivo para la nación, para mí es un hombre importante. Yo tengo recuerdos de personalidades muy altas, pienso que todos son importantes para nosotros, si como te digo, lo son para España.

M.- ¿Cómo funciona el Gobierno de los distintos países africanos en los que ha vivido o estado?

A.- No se si estoy cualificado para hacer un examen sobre los gobiernos de África. Hay circunstancias muy distintas, muy difíciles de comprender, cada país tiene sus problemas y sus ventajas, han vivido momentos muy distintos y eso se plasma en lo que es el país, su funcionamiento, su personalidad.

M.- ¿Qué es más difícil, cerrar un buen negocio maderero o cazar un elefante?

A.- Uff, los dos. (Risas). Cerrar un negocio pues es fácil, todos lo hemos hecho. ¿Cazar un elefante? Es fácil también. (Risas).

M.- ¿Cómo se caza un elefante?

A.- Yo puedo decir que no he ido nunca a cazar por cazar. Nosotros cazamos elefantes para proteger los poblados en el interior de la selva, donde la gente no tiene más que sus plantaciones y sus cabañas construídas con los medios del bosque, árboles para las paredes y mipas (hojas de palmera) para los tejados. Plantaciones de plátanos, cacahuetes, productos que son propios del país. Cuando hay una familia que vive con lo que ellos mismos han creado, y vienen los elefantes y lo destruyen todo, dejan a esa familia sin comida y sin nada, y allí es por lo que yo he ido a cazar elefantes. Y algunas veces requerido por el propio Gobierno de Gabón porque han habido elefantes que han arrasado poblados enteros, y he ido a cazar esos elefantes. He cazado muchos, pero nunca por cazar sino por preservar a las gentes de esa selva que no tienen nada más que sus propios medios.

M.- Usted tiene un peso social muy fuerte a nivel nacional, ¿No ha pensado nunca entrar en política o presentarse, por ejemplo, a la presidencia del Real Zaragoza?

A.- La política mía es la de estar siempre para ayudar a aquel que lo necesite , nunca para coger y hacer lo contrario al deseo de los demás. Esa es mi política. ¿El Real Zaragoza? Nosotros somos socios desde hace muchos años, y cuando gana aplaudimos y cuando pierde decimos que ha sido mala suerte y esperamos a la próxima.

M.- Muchas gracias, Sres. Bescós. Gracias por su tiempo y esperamos verles por el Mas pronto, sería bueno para el último fin de semana de septiembre en "El regreso del Comendador" y que sería una grata novedad para ustedes. Hasta entonces. NOTA: EL MASINO agradece la colaboración de la familia Aldea Pastor para la consecución de esta entrevista, y en especial a Luis Francisco Aldea por hacer de fotógrafo desinteresadamente para EL MASINO.