Armonía II
Jesús Timoneda Monfil

Relajante tu voz cálida,

limpia, pura, tu mirada;

armonioso tu caminar,

fácil, alegre, tu cantar.

Así eres tú amada mía,

como dulce bienvenida.

Versos dedicados a ti,

inspirados amor por ti,

pensando solamente en ti,

para adorarte sólo a ti.

De rosas tienes el color,

tu perfume el de pétalos.

Así es tu fragancia, mi amor,

toda ternura y corazón.

¡Qué bella rosa prendiste

en tu dulce corazón!

Déjame que la contemple

y que suspire de amor.

Para ti son estos versos,

guárdalos hermosa dama,

en medio de ellos estoy yo.