La unidad basada en la necesidad
Jesús Timoneda Monfil

Lamentablemente los seres humanos nos unimos más por necesidad que por otros motivos. La historia está llena de ejemplos. En el antiguo reino de Aragón (España), si no entiendo mal, había tensiones ( allá por la Edad Media) entre aragoneses y catalanes, que más tarde se zanjaron con la conquista de Valencia y Mallorca por esos mismos aragoneses y catalanes, al luchar juntos contra un enemigo común: los árabes. En Italia ocurrió algo semejante. En esta ocasión el enemigo común era Austria.

Unidad no significa uniformidad. O sea, no es necesario que tengamos las mismas ideas, ni pertenezcamos a la misma religión, a la misma raza, a la misma lengua, a las mismas costumbres. Lo que si es preciso es que empecemos a respetar a los demás, dialogar con ellos y tratar de hallar puntos de encuentro, objetivos comunes que nos hagan avanzar positivamente en todos loa aspectos. Podríamos, por ejemplo, trabajar con inteligencia para que se respetasen y cumpliesen en todas partes los derechos humanos. Tenemos que esforzarnos para presionar, de manera inteligente y eficaz, a los gobiernos, de forma que en todos los países no haya nadie sin comida, vestido, techo, educación y asistencia sanitaria. Deberíamos ayudar a los países pobres para que alcanzasen niveles de desarrollo lo suficientemente importantes para que no se viesen abocados imperiosamente a la emigración, con lo cual evitaríamos al mismo tiempo los problemas que esa emigración produce en los países receptores. (Nosotros los españoles fuimos emigrantes hasta hace poco, no debemos olvidarlo).

Estoy convencido que si no logramos un mínimo de unidad respecto a objetivos que nos atañen a todos, como es la economía, la ecología, los derechos humanos, etc...., la humanidad corre el riesgo de desmoronarse, de destruirse a sí misma. ¿Qué ocurriría, por ejemplo, ante escapes nucleares semejantes al de Chernobil producidos por un gran terremoto? ¿No se haría entonces imprescindible la UNIDAD de esfuerzos entre los países más poderosos para evitar los efectos nocivos de la o las gigantescas nubes tóxicas que afectarían a todo el Planeta? Se podrían poner muchos más ejemplos como la escasez de agua, la contaminación, la desertización; teniendo como consecuencia migraciones humanas; o bien alguna epidemia provocada por mentes retorcidas. En esta época se habla mucho de seguridad, sin embargo el riesgo, el peligro de desencadenar catástrofes es, tal vez, más grande que nunca.

Si esto es así, es decir, si entendemos que la «unidad» es necesaria, al menos en asuntos fundamentales. ¿Por qué pues, no trabajamos todos en el ámbito familiar, laboral, social, educativo, político, etc… para hacer posible esa unidad? Es bueno trabajar por la unidad siempre, en cualquier circunstancia, pero si esto no podemos conseguirlo, al menos intentemos alcanzar la unidad que nos beneficie a todos, aunque esté basada en la necesidad.