Por mis colaboraciones en “El Masino” de Agosto 1999 y Junio 2004, se pueden apreciar mis vivencias en Mas de las Matas hasta que dejé el pueblo en 1950. 

Curiosamente, las Memorias que escribe Alfonso Zapater, también a mí me recuerdan mis años de escuela en esa villa, cuando mi maestro era D. Felipe. 

Guardo una fotografía de mi primera comunión de 6 de Mayo de 1948, día en que por primera vez lucí traje y zapatos, antes sólo pantalón y abarcas o alpargatas de Casa Peralta, su hijo vive en Barcelona y había sido monaguillo conmigo. 

Aun recuerdo que en aquellos años vino a Mas de las Matas el Arzobispo de Zaragoza D. Rigoberto Doménech y por el Párroco de entonces fui seleccionado para contestar las preguntas que pudiera hacerme sobre el Catecismo. 

Ahora, que han pasado los años y que desde Barcelona sigo lo que se publica en “El Masino”, me ha hecho ilusión que en periódicos de amplia tirada como “El Mundo” o “La Vanguardia”, aparezca Mas de las Matas como una villa de Teruel, en la que su Ayuntamiento reclama los papeles de la guerra al igual que lo ha hecho la Generalitat de Catalunya. 

A mi me recuerdan los años de mi infancia vividos en esa localidad, un tanque abandonado, las bombas encontradas en una alcantarilla y la iglesia derruida por los bombardeos. 

Creo que es bueno que, sin fomentar viejas rencillas, recobremos la memoria histórica de nuestro pueblo en el que no se puede ignorar, hubo importantes sucesos en la guerra y que la recuperación de los papeles ayudará a recordar. 

Si el eslogan de la provincia es que Teruel existe, creo que el de Mas de las Matas debería ser: VAMOS A MAS.