Pascual Giner Castañer, el tio Casillas, murió a los ciento tres años y aún no tenía historial médico. Con su buen humor y sus palos de regaliz se convirtió en el masino más mayor de todos.

Ahora ha adelantado un puesto José María Andrés, con noventa y cinco, al que aún le quedan ganas de bailar. En las fiestas de San Antonio, en el hogar del jubilado, la Felicia y él hicieron una pareja de baile de 171 años con mucho salero, como la Monse, la Rosa y la Esther, que gozaron barbaridad con los quemadicos que les hace el Ramón en privado. Pero para salero gordo el del chico de la Esther, el Rodrigo Cabanes, que con su quitanieves avienta sal en nuestras carreteruchas desde Bordón hasta Beceite.

Por segundo año consecutivo, con regocijo de las autoridades y de los invitados hubo señorita en pelotas al final de la cena que celebra la cooperativa en la víspera de su patrón, que también lo es de los animales. En nuestra fiesta más tradicional, el striptease se convierte en una nueva tradición, aunque reservada a la élite cultural y gubernamental del pueblo.

El viernes tripada de judías para comer, bocadillo de anchoas para merendar, asada para cenar en la hoguera y merengues para empastrarse en el palomar. Si el viernes se hace la fiesta de los merengues en el Mas, van en Alcorisa al día siguiente y hacen la fiesta de los culés.

El sábado a la una, Antonio Serrano subido en la yegua del Sales, leyó como pudo la mochiganga, porque el animal no se estaba quieto y el domingo por la mañana el AVE del Tufarra se hizo unos kilómetros cargado de críos.

Y a todo esto, los de la charanga de la Virgen del Agua de Castellote tocando incansables durante toda la fiesta, con el Aitor pregonando con el megáfono y el Omar dando caña. Igual estaban de buena mañanica con el Paquito chocolatero por esas calles para conseguir huevos fritos, como estaban en la procesión interpretando el himno nacional detrás de las chicas del pan bendito.

Para que se reproduzcan mejor los animales de las granjas y peor las cabras salvajes, roguemos a San Antón, te rogamos óyenos.

Para que se aleje la gripe aviar, la encefalía espongiforme, la peste porcina y suban los precios en la lonja de Reus, roguemos a San Antón, te rogamos óyenos.

Para que nos ampare contra las nuevas leyes de retirada y destrucción de animales muertos, roguemos a San Antón, te rogamos óyenos.

Tan mayor igual ya está sordo.

En el espacio con humo de la hoguera me dijo Álvaro de la autoescuela que ya nos han incluido a Mas de las Matas y a Castellote en el mapa de los Paissos Catalans; han atendido con rapidez y amabilidad a nuestra humilde solicitud. La frontera de Catalunya en cuestión llega hasta después de la torre Anduch, que será el mas d’Anduig en catalán. Anduig es a Anduch como Puig es a Puch. Con esto y con nuestra caja 121 de los papeles de Salamanca ya somos catalanes. Ahora nos tocará estudiarnos bien el Estatut a ver si podemos sacar tajada.

La obra del albergue ha sido superada en cuatro días por la obra que hace el Rodes al otro lado del cruce de Aguaviva. Van pasando por delante de estas obras las piezas enormes de los doscientos molinos de viento que se construyen por Olocau del Rey.

Nació Samuel, el hermanico que esperaba con tantas ganas Emma Miralles Cañada y nació Lorién, hijo de Armando y de Marimar Lanau, la maestra de Educación Física.

Y tanto tarda EL MASINO en salir que les ha dado tiempo a nacer también a Nuria Mateo Pastor y a Mario Lorenzo Royo.