Impresiones

José Manuel Pastor

Hoy nos encontramos en el Colegio Público de Educación Especial “Gloria Fuertes” de Andorra, el mismo colegio que expuso el trabajo de sus alumnos dedicado a “Don Quijote y Sancho Panza” en la Casa Feliu de Mas de las Matas durante las pasadas fiestas de “El regreso del Comendador”. De enseñanza y de sus alumnos hablamos hoy con:

D. José Mª Peguero - Profesor del Colegio “Gloria Fuertes” (Andorra)

MASINO.- ¿Qué es un colegio de Educación Especial?

JOSÉ MARÍA.- Es un centro educativo que acoge y atiende chicos y chicas que, por sus dificultades de desarrollo, tienen problemas para llevar una educación normalizada. En el Colegio “Gloria Fuertes” de Andorra, teniendo en cuenta las necesidades educativas de cada alumno, personas especializadas en diversos campos de la educación especial, prestan una atención individualizada o en grupos reducidos. Esta labor colectiva tiene un objetivo común: desarrollar al máximo y de la manera más idónea las capacidades de nuestro alumnado para su integración en la vida.

M.- ¿Cómo surgió la idea de crear un centro de estas características?

J.M.- Este centro fue creado hace veintitrés años. Anteriormente, en la provincia de Teruel sólo existía un centro de estas características en su capital y el Bajo Aragón histórico necesitaba un centro más cercano donde atender al alumnado con necesidades educativas especiales. Actualmente, al centro de Andorra asisten chicos y chicas de las comarcas de Andorra-Sierra de Arcos, Alcañiz, Matarraña, Cuencas Mineras y Caspe (provincia de Zaragoza).

M.- ¿Cuántos alumnos hay en el centro y cómo se les divide a la hora de trabajar en ellos?

J.M.- En el presente curso hay matriculados cincuenta y nueve alumnos, distribuidos en diez niveles según características de desarrollo, edad y posibilidades de aprendizaje.

M.- ¿Qué tipos de disminución padecen los niños de este centro?

J.M.- Cada alumno es particular, tanto en su dificultad como en su desarrollo. Hay chicos con dificultades ligeras y otros afectados por plurideficiencias más complejas. Entre un extremo y otro hay alumnos y alumnas con diferentes niveles de desarrollo (severos, medios...)

M.- ¿Qué le llevó a usted a ejercer en un centro de esta índole?

J.M.- Cuando terminé los estudios de Magisterio fui a Barcelona y encontré la oportunidad de trabajar en un centro de educación especial. Al principio pensé que podía ser una experiencia de un curso, pero lo cierto es que, a medida que transcurría el tiempo, cada vez me sentía más interesado por la actividad que se realizaba en ese centro. Vi que, al mismo tiempo que trabajaba con este colectivo de personas, también aprendía mucho de ellos y me metí de lleno en este campo de la educación. Posteriormente hice la especialidad de pedagogía terapéutica y ahí llevo treinta y un años trabajando. Para mí ha sido un gran acierto profesional.

M.- ¿Qué preparación debe tener un profesor de enseñanza especial?

J.M.- En primer lugar, pensar que podemos hacer mucho por las personas con dificultades, estudiar las bases teóricas del aprendizaje y las diferentes etiologías, conocer las valiosas experiencias de estudiosos y maestros, una buena dosis de entusiasmo, una adecuada planificación del trabajo y mucha paciencia, pues los logros con estos alumnos suelen llevar tiempo.

M.- ¿Hay mucha diferencia en la preparación que ha de tener para ejercer la enseñanza entre un profesor de enseñanza especial con uno de un centro educativo normal?

J.M.- No tiene que haber mucha diferencia. Creo que cada uno tenemos que ser profesionales en el ámbito donde trabajamos y al margen, por supuesto, de los estudios propios de la especialidad que ya he mencionado, lo importante es poner pasión por todo lo que hacemos y tener una buena actitud.

M.- ¿Cuántos profesionales son necesarios y cuántos hay ahora mismo en el centro? ¿Qué especialidad tiene cada uno?

J.M.- Un centro de educación especial requiere cierta complejidad de profesionales. En el Colegio Gloria Fuertes, además de los diez tutores y tutoras de cada uno de los niveles educativos del centro especialistas en pedagogía terapéutica, hay dos fisioterapeutas, dos logopedas, tres maestros de taller, dos psicomotricistas, enfermera ATS, una orientadora, una trabajadora social, varios auxiliares educativos (para realizar el transporte, apoyos en las clases, aseo, comida, ...), una profesora de música, un conserje, dos cocineras y tres personas que hacen el servicio de limpieza. Podemos decir que las necesidades de personal están bastante bien cubiertas, siendo un privilegio poder trabajar en este centro.

M.- Los jóvenes que abandonan estos centros debido a su edad, ¿Dónde son acogidos y qué expectativas de futuro tienen?

J.M.- Todo depende del grado de desarrollo que alcanzan. Hay chicos y chicas que van a trabajar a los talleres protegidos que poseen las asociaciones (Albada en Alcañiz, Kalathos en Alcorisa, Adipa en Andorra). Otros tienen una buena inserción en el mundo laboral, con su contrato y sueldo correspondiente. Para el alumnado que tiene dificultades graves se está intentando la creación de centros de día donde pueda ser atendido y convivir fuera de la permanente protección de la familia.

M.- En la vida familiar con sus semejantes, ¿Se sienten integrados plenamente? ¿Y los padres a la hora de admitir la nueva situación?

J.M.- La plena integración es un objetivo que todos deseamos. La realidad no es esa, pero hemos de actuar y trabajar para que así sea. Cuando salimos con nuestros chicos y chicas procuramos que la gente nos vea con normalidad y naturalidad, que se adapten a nuestros chicos/as y vean en ellos las muchas cosas que pueden llegar a aportar. Debe existir un contacto lo más pleno e intenso posible. A muchos padres les cuesta admitir la realidad, porque un hijo con una dificultad duele, hace pensar y algunas familias tienen que cambiar el planteamiento de su vida. Este cambio exige tener muy buena predisposición. Muchos padres necesitan ayuda de la sociedad, orientación psicopedagógica y apoyo de las instituciones, así como una preparación para asumir este tipo de situaciones. Para el niño o la niña con dificultades, la mejor ayuda es la que surge de la propia familia y la que recibe en un centro específico. Antes transcurría un tiempo hasta ser escolarizados, ahora en cambio asisten a edad muy temprana porque es muy importante trabajarles la estimulación sensorial y el contacto social lo antes posible.

M.- ¿Cómo se sienten estos niños a la hora de relacionarse con otros niños o personas con un nivel o capacidad normal?

J.M.- Suelen ser muy espontáneos, alegres y cariñosos. Necesitan ser acogidos con normalidad y proximidad, no tiene que existir un distanciamiento.

M.- ¿Cómo es la relación de los alumnos con el profesorado?

J.M.- En este centro la intensidad emotiva es muy alta, ya que hay una relación afectiva plena entre los profesionales y los alumnos. Ellos, a diario, nos dan una gran lección de afectividad. Por supuesto, como en toda relación social, hay casos y momentos que entrañan cierta dificultad, pero son superados con esa buena relación existente. También tenemos niños autistas con quienes comunicarse es difícil, pero ahí están nuestras estrategias para superar las dificultades.

M.- ¿Y la relación entre ellos?

J.M.- Considero que el Colegio Gloria Fuertes es un lugar ideal para favorecer la vida social, tener contactos de amistad, compañerismo, respeto, ayuda,... Los chicos pequeños conviven con los mayores, los mayores ayudan a los pequeños, los más posibilitados ayudan a los que van en silla de ruedas, en fin, es una convivencia afectiva y social muy intensa.

M.- ¿Cómo reaccionó el pueblo de Andorra ante la creación de este centro? ¿Han notado marginalidad hacia ellos en algún momento?

J.M.- En un principio hubo diversidad de opiniones, como en todos los proyectos nuevos. Con el tiempo, la consideración a nuestro centro ha sido muy favorable. La gente que nos conoce, comprende que se está realizando una gran labor y recibimos muchas manifestaciones gratificantes. En el tema de marginalidad puede haber alguna reacción, pero creo que es por desconocimiento de la realidad de estos chicos, porque cuando se conoce, ese prejuicio va desapareciendo y se convierte en admiración.

M.- ¿Cómo se gestiona el centro?

J.M.- Este es un centro público y como tal, dependemos laDGA y de su Consejería de Educación. El equipo directivo es el encargado de la organización y desarrollo educativo, así como de la administración de las aportaciones económicas que se reciben.

M.- ¿Han realizado convivencia con otros centros?

J.M.- En este tema estamos siempre muy activos y predispuestos. Llevamos varios años haciendo proyectos y actividades de participación cultural, celebraciones, representaciones y convivencia de distinta índole. Hacemos visitas y actividades con los centros de Andorra y de la comarca. Nuestro grupo “Gigantes con zancos” hace actuaciones con frecuencia en otros colegios y pueblos. Cada curso celebramos un día de convivencia con alumnado de las Escuelas Asociadas a la UNESCO de Aragón. La primavera pasada hubo en Andorra una celebración de los centros de educación especial de Aragón. A nivel nacional hemos tenido intercambios escolares con alumnado de centros de Galicia, Cantabria, Andalucía, Murcia, Salamanca y Tenerife. Hemos estado en París y durante una semana convivido con chicos y chicas de un colegio de Rivesaltes, cerca de Perpiñan. Nos movemos bastante, porque nos resulta muy enriquecedor conocer diversidad de lugares y personas.

M.- Usted este pasado mes de octubre realizó un viaje a Polonia, ¿cuál fue el motivo de esta visita?

J.M.- Este curso hemos iniciado un nuevo “COMENIOS”, un proyecto europeo de educación. La directora y yo, como representantes del centro, viajamos a Myslowice (Polonia), donde nos reunimos con profesorado de escuelas de Inglaterra, Alemania, Polonia y Hungría para planificar el desarrollo de un proyecto que llamamos “Arte sin fronteras”. Es un proyecto para tres años durante los cuales vamos a realizar una programación de actividades comunes, exposición de trabajos e intercambio de experiencias, así como encuentros anuales entre profesorado y alumnado de los centros participantes.

M.- A nivel europeo, ¿están lo suficientemente protegidas estas personas tanto social como económicamente?

J.M.- Hay una inquietud y un apoyo institucional en la atención al alumnado con necesidades educativas especiales y esto se ve en los centros que hemos visitado y conocido. Hay buena predisposición y los centros que les acogen están bien y, algunos de ellos, muy bien equipados.

M.- ¿Y a nivel nacional?

J.M.- La creación de nuevos centros de educación especial es una buena manifestación. Personalmente, desde mis primeras experiencias, he podido constatar un buen progreso en la atención que recibe el alumnado en los centros educativos específicos, dotados de más personal, más especialistas, mejores instalaciones, recursos y apoyos.

M.- ¿Cuál ha sido el momento más duro de su carrera?

J.M.- Duro, duro, yo diría que ninguno, pues aunque de vez en cuando se presentan algunas dificultades y retos, si tienes conciencia de que has de superarlos, buscando la solución más adecuada, se consigue seguir siempre adelante.

M.- ¿Y el más gratificante?

J.M.- Muchísimos, porque en la actividad con este tipo de alumnado, la afectividad es muy intensa. Se reciben muchas gratificaciones en forma de sonrisas, abrazos, palabras, textos y dibujos que nos alimentan incluso más que la propia comida.

M.- Una ronda rápida:

- ¿Deficiente o demente? – Persona con necesidad de atención.

- ¿Psicólogo, profesor o amigo? – Un poco de todo.

- ¿Respeto o lástima? – Respeto, por supuesto.

- ¿Resignación o comprensión? – Comprensión.

- Un hobby. – El arte y la belleza.

- Una anécdota.- Nuestros chicos mediante la exposición que pudisteis ver en Mas de las Matas han tenido una vinculación muy importante con el Quijote. Cuando vine de Polonia traje dos figuras de madera, una de ellas era un rabino, así muy estilizado con las barbas y el sombrero, al verlo exclamaban: ¡Anda, Don Quijote!

- Una vida mejor.- La vida que tengo es mucho más de lo que yo podía imaginar. Es lo que deseo también para los demás.

- Un/una cantante.- Manu Chao y Dulce Pontes.

- Una película.- “La vida es bella”.

- Un libro.- “El curioso incidente del perro a medianoche” de Mark Haddon.

- Un temor.- Que haya una involución y que muchos logros sociales los podamos perder.

- Una alegría.- Poder compartir la vida con la gente que quieres.

M.- Muchas gracias y que siga triunfando este centro.