Después de todas aquellas preguntas de hace unos meses, que todavía me contestan por la calle o en el Kolenda, se me ocurre otra: ¿Y si nos hacemos catalanes? Así podríamos resolver todas nuestras carencias económicas, históricas y culturales de golpe. Ahora que está en borrador el Estatut se podría aprovechar para que incluyan un artículo, aunque sea de los últimos, y que diga lo siguiente, en catalán en el original pero aquí traducido al castellano:

“A instancias del Pleno del Ayuntamiento de Mas de las Matas, antes provincia de Teruel, que por ocho votos a uno propuso un referéndum a sus vecinos con la pregunta; ¿Nos hacemos catalanes u qué?; el ochenta y pico por ciento de los votantes contestaron de que va a ser que sí. Se solicitó a la Generalitat entrar a formar parte de la nación de Catalunya, y en aras de los marcados intereses anexionistas catalanes se ha aceptado la petición por unanimidad. Mas de las Matas a partir del día de la fecha será un enclave de Barcelona. Su idioma oficial será el catalán, que deberá aprender obligatoriamente todo el pueblo en un año.”

Total, durante el verano con el turismo catalán la francha nos pasa por en medio de la calle Mayor (ahora será Avinguda Carod i Rovira) y la replaceta del Pilar (ahora Plaça de la moreneta) es un maremagnum y parece un passeig maritim del Mediterráneo. El mañico ahora será El payés, y se cambiará el cachirulo por una barretina y la fiesta del Comendador se convertirá en la fiesta del Conseller en cap. Nos replanteamos nuestro apoyo a Endesa del editorial de este mes, y ahora apoyaremos a Gas Natural, porque seguro que siendo catalanes nos tendrán en cuenta en sus planes especiales de desarrollo. Igual al final cunde el ejemplo y todo Aragón solicita ser Cataluña; si total ya tenemos la bandera igual y muchas palabras que usamos las hemos copiado del catalán, como emporcar, espolsón, fuet o presco. El pregón municipal será con sardana, hay que proyectar la peña masina del Barça y los niños aprenderán pronto a hacer castellets y a jugar a hockey sobre patines.

Antonio Mormeneo me dijo que durante una noche de las fiestas unos gamberros robaron a unos feriantes ecuatorianos y repartieron la mercancía sin que nadie los denunciara. Son los mismos vándalos de siempre, que cuando seamos catalanes desaparecerán per sempre.

Cuando vayamos a coger robellones ya no diremos; había más catalanes que setas, si no que diremos, estábamos más catalanes que setas. Hay gent que ha recuperat la fe en el viatje a Torreciutat. Hasta se diu que el Ernesto se ha fet del Opus. También me dice Liria que ponga algo de ella para dar que parlar. Por eixample, que cuando lo del Comendador portaba un tanguita de la época.

Y si no nos dejan ser catalanes podemos solicitar ser de la isla de Malta. Allí se realizan fiestas durante los meses de julio y agosto en las que se reproducen también como aquí los tiempos de los comendadores, y los pueblos malteses se llenan de pendones, también como aquí. Celia Andrés tiene allí varios sobrinos; estaría bien organizar un viaje para el próximo verano y hermanarnos con algún pueblo; seguro que querrán y que ya no nos tendrán en cuenta aquel doce a uno.