Hay algo en este pueblo que es digno de contar, pues no son los que más tienen los que más dan.

Tenemos en este pueblo sentimientos de solidaridad, nos unimos y organizamos para ayudar a quien lo necesita de verdad.

Cuando llega febrero empieza la recogida de ingredientes (ya sabemos para qué). Se hacen pastas, se venden, se compran,...

Aquí estamos todas las mujeres de este pueblo dando lo que tenemos: ganas de ayudar.

Aquí van algunas cifras:

- En la venta de las pastas hechas en el horno se sacaron 2.000 euros.

- En la venta de pastas de sartén, 1.762,37 euros.

En total se mandó 3.753,75 euros.

Esta recaudación se envió para los necesitados a causa del maremoto de Asia.

Podemos estar contentos de saber que es cierto, que se manda, que la ayuda llega.

El poder ayudar es una alegría nuestra, nos ayuda a nosotros también.