En primer lugar, gracias por dedicarme parte de su valioso tiempo:
MASINO: - D. Alfonso, ¿Qué fue lo que le impulsó a dedicarse a ejercer el sacerdocio?
ALFONSO: - Fue una vocación, una “llamada de Dios” cuando o yo contaba nueve años. Yo soy de Alcorisa, allí estaba el Seminario menor y yo dije a mis padres que quería ir. Entré en él, hice la escuela preparatoria y luego los cursos de Humanidades, Filosofía y Teología. Nunca he tenido dudas de mi vocación. Lo considero una gracia de Dios, no un mérito mío. Fui muy feliz en el seminario y soy muy feliz en mis treinta y cuatro años de sacerdote.
M: - ¿Existe diferencia entre la Iglesia cuando usted comenzaba y ahora?
A: - Pues sí, la Iglesia está en el mundo, en la sociedad, la sociedad cambia y la Iglesia en algunos aspectos también. No cambia en lo fundamental, que es la fe y la doctrina. Se mantienen los valores, pero cambia la sensibilidad, las circunstancias históricas, son cambios que se producen para adaptarse a la sociedad, a los tiempos, a las necesidades de los hombres. No debemos olvidar que la Iglesia ha de ser servidora de la sociedad en cada momento concreto de la historia.
M: -¿Cómo ve a la sociedad masina respecto a la institución eclesiástica que usted aquí representa?
A: - Tienen un sentimiento de fe, están muy cercanos a la parroquia, colaboran, aman sus tradiciones, sus costumbres religiosas,... Y yo me siento a la vez muy a gusto aquí, como persona y también como cura.
M: - Y la juventud masina ¿qué opinión tiene de ella en líneas generales?
A: - No tengo queja. Es una juventud actual, con todos sus valores y defectos como los tenemos todos. Colaboradores y cariñosos los que yo he tratado. Pienso que quiero a la juventud y ésta me ha recibido bien. Siempre que he pedido colaboración me han respondido con responsabilidad. Los veo muy metidos en su pueblo, en las peñas, bien, lo normal,...
M: -¿Qué le ha llamado más la atención de este pueblo?
A: - Muchas cosas. La iglesia con su torre tan grande, tan hermosa, el amor de los masinos a su pueblo, disfrutan de su pueblo. Una sociedad laboriosa, con pequeñas industrias desde tiempo atrás, el Grupo de Estudios Masinos recueperando la historia del pueblo, su Museo, su situación privilegiada por su río, es entrada al Maestrazgo y a la costa, su colaboración en todo tipo de actos, las carrozas, la fiesta del Comendador, ...
M: - A usted se le ve un sacerdote dispuesto a embellecer la parroquia a la que va. Dígame, ¿busca sólo la conservación de la parroquia o ganarse también a los feligreses?
A: - Donde he estado he tenido que hacer obras. Atender una parroquia significa atender el bien espiritual de los feligreses y también sus bienes materiales. Hay que conservar el patrimonio, la casa de Dios,... Nunca lo he hecho para ganarme a los feligreses, sino que ellos me han ganado a mí, y así lo conté en un artículo de EL MASINO que titulé: “Bendigo mi suerte”.
M: - ¿Cuáles son sus próximos proyectos?
A: - Son muchos. Servir lo mejor que pueda a la parroquia, ese es el fundamental. Jesús dijo: “No he venido a ser servido, sino a servir”. Si te refieres a proyectos materiales, pues Santa Flora, su restauración. Ya se han “movido los hilos” para conseguir apoyo económico. Y los distintos grupos y asociaciones que rodean a la parroquia, que son quienes marcan la pauta a la hora de acometer los distintos proyectos.
M: -¿Qué tipo de actuación necesita Santa Flora?
A: - Necesita una actuación muy fuerte. Necesita una restauración de base en cimientos y otra en la techumbre, concretamente en las tijeras que sujetan la cubierta. El pasado 24 de febrero el Ayuntamiento aprobó el proyecto, se envió el proyecto y la memoria a Obras Públicas y Urbanismo y esperamos ahora la respuesta de la DGA.
M: -¿Existe diferencia entre Cáritas, Manos Unidas, ONG’s, etc?
A: - No existen diferencias en el sentido de que todos buscan ayudar a los más necesitados. Pueden ser distintas en su organización interna o la forma de trabajar, pero todas tienen el mismo objetivo.
M: - El número de sacerdotes en España disminuye paulatinamente ¿A qué se debe, hay temor a ejercer esta profesión?
A: - Es preocupante el descenso de las vocaciones. Es muy difícil saber las causas. Las familias son menos numerosas, hay temor en sí, puede ser a comprometerse de por vida. Tenemos muchos voluntarios que trabajan con los necesitados durante varios meses, lo cual está francamente muy bien, pero un compromiso de por vida es más difícil. Y difícil, como digo, de analizar.
M: - En la Iglesia Católica, ¿tiempos pasados fueron mejores?
A: - Esto lo decimos en todo, no sólo en el tema de la Iglesia. Yo creo que los tiempos mejores son los que nos tocan vivir, los que vivimos eran buenos, con sus defectos como tienen defectos éstos. No se puede vivir del pasado y de la nostalgia. Ahora hay valores nuevos y sensibilidades nuevas. No soy partidario de decir que tiempos pasados fueron mejores.
M: - Juan Pablo II dijo en una ocasión que España se estaba descristianizando. ¿Tiene esa misma sensación usted?
A: - Pues la sociedad occidental a la que pertenecemos sí que es verdad que se está descristianizando. Cada vez hay más personas que se apartan de la fe cristiana, no por ello son malas personas, no. Y el Papa pues lo dijo como una llamada, una llamada para que los cristianos propongamos mejor nuestro ejemplo, para que la sociedad no se descristianice. También hay gente en otros sitios que no creían y ahora tienen una creencia profunda en el cristianismo.
M: - ¿Qué valoración tiene sobre la actuación del último Papa en la Iglesia y en la sociedad?
A: - Esta respuesta te la da lo que hemos visto estos días. Gente de todas las razas, de todas las condiciones, de todas culturas y signos han reconocido su trabajo. Para mí me ha parecido un testigo de la fe, al servicio de la Iglesia y la humanidad, con sus virtudes y defectos, como todos tenemos. Un testigo convencido hasta la muerte del amor a Cristo, a la libertad, a la paz y a la justicia.
M: - La Iglesia tiene varios frentes abiertos actualmente: la asignatura de religión en los centros, el matrimonio homosexual y la eutanasia, ¿qué opina de cada uno de ellos?
A: - Me remito a la opinión de la Iglesia, a lo que opina la conferencia episcopal. En el tema de la asignatura de religión es un derecho de los padres, está contemplado por el Gobierno, se está pagando a todos los profesores de todos los centros, los padres la solicitan o no, pues es optativa, y se discute si debe contar o no en la nota final del curso, y si o no se cuantifica a la hora de becas. En el matrimonio homosexual, la Iglesia no se opone a los derechos que el Estado quiera reconocer a una pareja de hecho, pero para la Iglesia el matrimonio es la unión de amor entre un hombre y una mujer. En eutanasia, la Iglesia quiere defender el derecho a la vida desde el primer momento a sus últimos instantes. Si por eutanasia se entiende suprimir una vida, pues es rechazable.
M: - Vida en estado vegetativo. ¿Procede la eutanasia?
A: - No soy especialista si hay o no vida vegetativa. Hay casos en que el paciente se va recuperando, otras no. Me remito de nuevo a lo que dicta la Iglesia.
M: - Si no fuera sacerdote, ¿qué le hubiera gustado ser?
A: - Médico. Esa ha sido siempre mi segunda vocación.
M: - Un momento duro en su sacerdocio.
A: - El cierre de minas en Utrillas, jóvenes sin trabajo, la inmigración debido a ello, ese fue un momento duro.
M: ¿Y uno gratificante?
A: - El día de mi ordenación sacerdotal, ver el pueblo en el que estás unido o las nuevas ofertas de trabajo en Utrillas.
M: - Una ronda rápida:
- ¿Santo o mártir? – Si toca ser mártir, pues mártir y si no con la ayuda de Dios pues intentaremos ser santos.
- ¿Paraíso o reencarnación? – Paraíso.
- ¿Lectura o escritura? – Lectura.
- ¿Voluntad o Fe? – Fe acompañada de voluntad.
- Un sueño. – La paz.
- Un hobby. – Caminar.
- Una anécdota. – Cuando pusimos la imagen de San Juan, un niño de unos seis años me dijo: “D. Alfonso, enhorabuena por “Don Juan”.
- Una vida mejor. – Mejor de la que tengo, imposible.
- Una canción. – “Amores” de Mari Trini.
- Una película. – “Las sandalias del pescador”.
- Un libro. – Aunque suene a tópico, “El Quijote” de Cervantes.
- Un temor. – No ser lo que tienes que ser, de no cumplir bien con mi labor.
- Una alegría. – Ver la alegría de los demás.
M: - Por último, unas palabras para sus feligreses.
A: - Decir que estoy muy agradecido a todos los masinos porque me siento acogido, que quiero a los masinos, y no es cumplido, personalmente y luego por lo que hacen por la parroquia. Me siento muy feliz aquí.
M: - Muchas gracias D. Alfonso. Ha sido un placer.
