Casualidades de la vida, mientras el último MASINO se imprimía, los chicos de Latorre ganaban con un gran juego desarrollado en el campo de La Fontana, y una semana después se deshacía holgadamente en un Alcorisa que vino a hacer de todo menos deporte. Vamos a ver si ésta es la racha definitiva del club masino para poder acabar la liga en un puesto destacado de la clasificación. También animar al segundo equipo, preocupados por sus muchas derrotas, deben estar tranquilos, pues su función real, madurar y prepararse para servir de apoyo al primer equipo, ha sido positiva: más de uno ha acabado siendo asiduo en la lista de jugadores del primer equipo.
Al que también vi haciendo deporte, fue al alcalde del pueblo. Me lo encontré un día con unos planos de las calles del pueblo, y me sorprendió que después de vivir aquí toda la vida, aún pudiera perderse. Me explicó que hacía un seguimiento de todos los altavoces del pueblo, donde se ubican y su “estado de salud”. Me confirmó que se plantea desde el Ayuntamiento la reforma de éstos, cambiándolos por nuevos e incluso cambiando de ubicación aquellos que por su situación resuenan o apenas se oyen. También se quiere cambiar el equipo sonoro, que está viejo y nos “chochea” algo. Así que el alcalde se nos ha transformado en concejal de acústica local. Bromas aparte, es el más indicado, ya que tiene su bien ganado título de Técnico de Sonido.
En mi despiste habitual, se me olvidó pedirle una copia de los susodichos planos porque cada vez estoy más liado con la calle Palanqueta. Ya expliqué y todos sabemos que está con el nombre cambiado, pero es que ahora además está cortada. Me vino días atrás una carta del Gobierno de Aragón con la dirección referida hacia una de las casas del Rancho Grande y, cuál fue mi sorpresa, al leer su nombre: “Palanqueta, 53”. ¿Palanqueta, 53?. Pero si la casa de mis padres es Palanqueta, 43 y luego ya viene la “calle los Banquicos”. ¿Dónde están las casas que faltan? A lo mejor hay alguna en La Coronilla.
José Moliner y Cia. nos han reabierto “El Moli”, y le han cambiado la cara. El pub se ha transformado en cafetería por su nuevo aspecto: el billar y la diana han sido sustituidas por un caprichoso juego de mesas y sillas y el fondo de las paredes cubierto de bonitos cuadros que le dan una imagen más “seria” al local. Se ha cerrado la bodega para disgusto de algunos y encima de ésta ha colocado Pepe una “máquina del millón”. Por lo demás, todos sigue igual y continúa “el Moli” como concentración de fiesta los sábados noche. Hay cosas que son inamovibles, o casi, como el Pepe en la barra, y es que se vuelve a llevar lo de antes: los pantalones acampanados y el Pepe de camarero.
También están modernizando desde un tiempo a esta parte el Bar Moderno porque ya se veía algo anticuado. La nueva jefa del local será la Pili “la matica” o la Pili “la de la Joaquina la del puente”, una de las dos. Aunque suene gracioso, no es broma, no en vano ha llenado de clientes los bares en que ha trabajado. El resto es estricto secreto, escondido tras un misterioso toldo negro. Y otro bar nacerá este año encima del abrevadero de la calle de las escuelas. ¿Tanta sed hay en este pueblo?. Menos mal que dicen que están en crisis, que la “cultura del bar” está desapareciendo.
El que ha desaparecido es el chico de “la rubia” con una andaluza. Se rumorea que se halla por Cancún o algo así, en fin que el mozo se casó el día de San José a las cuatro de la tarde, después de dar el tiempo La Primera de Televisión Española, ni a las doce ni a las seis, nos trajo andaluzas de Vigo y gallegas de Jaén, nos calentó a todos en el baile a fuerza de sobredosis, de música y de alcohol y se las dio por las de Villadiego. Que les vaya bonito y... ¡Enhorabuena!. Y ya puestos, yo también me las piro.
