XVIII Torneo del Máster de Guiñote
Luis Antonio Pérez Cerra

El pasado 26 de febrero tuvo lugar en la sala “Alma Aragonesa” del Centro Aragonés de Barcelona uno de los torneos más singulares que puedan celebrarse fuera de la Comunidad de Aragón y protagonizado por turolenses. Digo singular por, entre otras cosas, el título de “Máster” que puede sonar a pretencioso e irreverente, pero la verdad es que todos los participantes han alcanzado ya la “licenciatura en guiñote” por los títulos obtenidos de mayor o menor entidad y la cantidad de horas que han pasado a lo largo de su vida con las cartas en la mano a manera de abanico y con el tapete verde como pista de confrontación. (Particularmente pienso que se deberían iniciar los trámites pertinentes para que el título de “Máster” sea homologado y reconocido por la universidaD de zaraGozA. Y si en algún momento piensan otorgar categoría de rango académico a los títulos de Licenciado y Máster en Guiñote, que se ubique dicha Facultad en Teruel que bien necesitada está de sedes universitarias... Además, alumnos no faltarían).

Otra singularidad del torneo es que se empieza con una degustación de productos genuinos de nuestra tierra: delicias de Aragón, morcilla de arroz, conservas, tortillas elaboradas con huevos de La Cañadilla, queso manchego elaborado con tecnología de Tronchón y vino tinto del Maestrazgo. Y el consabido pan con tomate como deferencia hacia esta tierra catalana que tan bien nos ha acogido.

Es el XVIII Máster y dieciocho son también las parejas inscritas de aguerridos guiñotistas de extracción mayoritaria turolense –Abencigo, Alcorisa, Andorra, Aliaga, Cantavieja, Gargallo, Mas de las Matas, Mosqueruela, Seno, Urrea, Valdecuenca, etc., pero residentes en Cataluña, Zaragoza, La Rioja, Sevilla...Todos acuden al clamor del prestigioso torneo y no hay distancia que se interponga para que esta cita anual tenga una concurrencia asegurada.

Un silencio de monasterio, apenas alterado por comentarios y exclamaciones contenidas, indica que todos los contendientes están enfrascados en sus partidas. Los mirones cotillas y los de marmol (con acento tónico en la o) brillan por su ausencia. ¡Qué bien¡ El recogimiento místico-guiñotil es máximo. A medida que se acaban las partidas estallan los comentarios de todo signo. El vocerío podría parecerse al de un patio de colegio si no fuera porque los tonos son más graves y los movimientos, más candenciosos. El presidente del Torneo y su secretario levantan acta de los resultados, vocean los cambios de las parejas y las mesas asignadas y, casi a golpe de pito, vuelta a empezar.... Queda mucha liga por delante... Así, una y otra vez, durante SIETE horas...Y no tengo constancia de que alguien se quejase de cansancio.

Los trofeos, espectaculares, vistos desde lejos parecen cuatro San Jorges azulados clavando su tizona bien templada en el cuello de otros tantos dragones. De cerca, en cambio, observamos una amalgama escultórica donde se confunden la sota, el rey y el as de espadas apoyado sobre el caballo. Se hicieron merecedores indiscutibles de estos preciados y surrealistas trofeos las parejas siguientes:

Campeones: Juan Ramón Aznar Sangüesa y Rafael Cerra Iranzo (Aliaga)

Subcampeones: Manuel Hernández Hernández y Mariano Nuez Trullén (Alcorisa)

Sampancracios (Premios de consolación): Emiliano Espallargas y Luciano Pérez (Obligados a repetir curso)

Como colofón al Torneo, se sirvió una cena a los participantes en la Sala Pradilla que, además, estuvo amenizada durante los postres por una selección de los mejores chistes de nuestro entrañable Emiliano Espallargas.

Hay que felicitar encarecidamente a la Peña Dubidita de Alcorisa, organizadora de este Torneo y a todos los participantes por el talante, la cordialidad y el espíritu deportivo del que hicieron gala.