En el Mas y en Foz están los últimos reductos del silencio en Semana Santa, rodeados de ruido por el norte y de matraca por el sur, por la ruta del tambor de Alcorisa y Calanda, y por la ruta del Tamboas, en Aguaviva y Cañada de Verich. Ya sabemos que es mucho pedir, pero imagínense el final de obra del albergue del Mas. En Pascua se llenaría de gente que viene atraída por el trabajo de nuestros vecinos costaleros y percusionistas, y que por la noche quieren descansar en paz. Pero la obra del albergue no ha hecho más que empezar.

El que quiera Caprichos y chucherías puede pasarse por la Avenida de la Constitución, y el que quiera irse a freír espárragos, ya puede subir por la cooperativa y comprar un manojo. Entrando en abril se han afilado los cuchillos para cortar espárragos y ya se venden en días alternos. Crean adicción y hay quien se lleva lleno el maletero.

Hay ciento cincuenta películas disponibles en el nuevo cajero vídeo club de la calle Mayor. Pero los gamberros que no piensan más que en hacer malezas y algaradas ya lo han roto varias veces. Los contenedores están harticos de ir a volteras, porque cuando se serena una cuadrilla y sientan la cabeza, enseguida aparecen los del curso siguiente haciendo animaladas.

La miel es un buen combustible, como demostró Abel Zapater Palomo corriendo su primera maratón el pasado día 20 de marzo entre Castelldefels y Gavá. Era la primera edición del marató del Mediterrani, y Abel tardó cuatro horas veintiséis minutos y cinco segundos en correr los cuarenta y dos kilómetros ciento noventa y cinco metros, llegando en el puesto mil ciento noventa y nueve. Enhorabuena por superar este gran reto personal. Aquí hay también mucha afición a hacer kilómetros, aunque de forma más sosegada, haciendo senderismo. En cada una que organizan allí está Carlos Hernández, que le ha cogido el gusto a las caminatas, igual que mucha gente sana del Mas. La chica mayor del Valero se ha marchado tres meses a Escocia, pero en avión, que a pata igual se tardan más de tres meses. Está en Kyleakin, un pueblico en la isla de Skye, por si alguno pasáis por allí para que lo sepáis y la saludéis de nuestra parte, que se alegrará estando tan lejos de su casa. A otros les ha dado por aficiones más sedentarias, como a los del hogar del jubilado, que se inclinan por el bingo para no sudar tanto.

Han llegado los de la plataforma de Albalate contra el plomo y han pintado los retiros que hay en las carreteras. No quieren fábricas que contaminen. Quieren ecología y desarrollo, pero mientras tanto pintarrajen y ensucian nuestros retiros. A nosotros también nos gustaría que se nos llevaran a algún plomo que tenemos y no hay manera. Pero si nos trajeran alguna fábrica, aunque contamine un poquico, y diera trabajo a treinta o cuarenta zagales, casi habría que firmar. Porque si no aquí quien va a venir. Y como no sé de ningún masino que haya nacido últimamente, pongo que nació en febrero Paula, y sus padres son Ana y Jorge de Albalate. También ha nacido otra niña, Belén, hija de Maite de Uncastillo y de Diego de Alcorisa. Si lo pongo es porque estas madres tienen en favoritos El Masino, y se leen siempre las Charradicas.