Ya regresó el Comendador
Andrés Añón Serrano

Cuando fray Ramón de Perellós y Rocaful llegó a Mas de las Matas un 12 de julio de1664, de ninguna manera podría imaginar que 340 años después este pueblo le iba a recordar del modo en que el pasado mes de septiembre lo hizo. Y poco podríamos imaginar desde el GEMA que la respuesta a esta recreación histórica fuera tan participativa y vehemente.Fray Ramón de Perellós y Rocafull posando junto al resto de actores en la puerta de la Casa Feliu. FOTO: Andrés Añón.

El 25 de septiembre quedó patente que el mensaje había calado y que, cuando este pueblo se pone en marcha, es capaz de demostrar que no le supera ninguno (sin ánimo de menospreciar, por supuesto). Quedó patente que es un pueblo entusiasta, culto, unido, optimista y divertido. Vaya pues desde el Grupo de Estudios nuestra felicitación a todos los que, contrarios a los agoreros, se toman la vida en positivo, participan sin complejos de las iniciativas y ponen entusiasmo en aquello que hacen; vaya nuestro reconocimiento y gratitud para todos los vecinos de Mas de las Matas que acogieron esta fiesta con gusto y que de un modo u otro participaron de ella. Vecinos de la calle santa Lucía, con sus entradas ambientadas, que nos deleitaron con una escena de trilla; de la calle Mayor con sus aceras de paja y sus artilugios; a los que adornaron su balcón y su entrada. A todos los comerciantes y particulares que sacaron su tenderete a la calle para enseñarnos lo que hacen y saben hacer. A las peñas que tan calurosamente ambientaron el recorrido con sus tabernas, a las lavanderas de la acequia las lunas; al ciego, que con su lazarillo músico nos hizo pasar un buen rato. Y a las más de seiscientas personas que se apuntaron a cenar y quisieron participar plenamente de la fiesta.

Agradecer por supuesto a la comisión organizadora su labor impagable. A las chicas del Taller de empleo, cuyo trabajo a destajo ha permitido llevar adelante tantos detalles. A todos los camareros y camareras que hicieron lo que pudieron para salvar el servicio de una cena que se desbordó. Nuestro reconocimiento a todos los que vinieron de afuera a participar con sus habilidades. A los integrantes de Masteatro, que superando su crisis interna demostraron su buen hacer. Una mención especial a Alfonso, el párroco, que tan bien ha sabido asumir el papel de aquel su predecesor mn. Diego Sanz, valedor de la cultura masina. Y como no, a los protagonistas de la historia, a los actores que nos trasladaron a aquel día de 1664 cuando el poder feudal reclamaba sus intereses y el municipal defendía los suyos. Unos desafíos que hoy son motivo de teatro y de fiesta, un aspecto importante si tenemos presente que cuando el tiempo convierte el enfrentamiento en folclore, la sociedad supera la historia.

Ante el éxito del programa trataremos de repetir la experiencia, de mejorar todo lo que sea mejorable y de seguir contando con la participación de todo el vecindario.

Algunos de los componentes del grupo MASTEATRO en plena representación. FOTO: Andrés Añón  El ciego y su lazarillo violinista fueron muy aclamados por el público. FOTO: Andrés Añón