Recuerdos de

"El regreso del Comendador"

Gloria Figuerola Figuerola

Llegada del Comendador, Procurador y escoltas a caballo. FOTO: Andrés AñónA yudada por los avances tecnológicos de esta época y con el recuerdo de la pluma y el tintero del Notario que daba fe del acta de la Toma de posesión del Sr. Comendador, voy a dar mi punto de vista de los hechos que vivimos esos días, para evocarlos los que estuvimos y darlos a conocer a los que no pudieron estar.

Llegué al lugar a media mañana del sábado encontrándome al paso con personas vestidas de época y las calles ambientadas, de pronto ya me sentí como si hubiéramos retrocedido en el tiempo y que la que estaba fuera de contexto era yo, lo primero que hice fue cambiarme de ropa y pasear por el pueblo, haciéndome fotos sola o acompañada (me parece que desde que me casé no posaba tanto) saludando a gente que hacía tiempo que no veía, por mencionar a alguien, mi madrina, Nuri Gasión. También visité los puestos con productos naturales como jabón, velas, etc. La exhibición de trabajos artesanales de cañizos, cerámica, forja... la elaboración y venta de pastas artesanas, venta ambulante de bolsitas de espliego, así como monedas conmemorativas del Comendador, y la degustación de alimentos y bebidas que normalmente no solemos hacer como son: “montaditos de mostillo”, “canapés de vino y azúcar” , “sorbete de vino de nueces”, orejones... Más tarde todos estábamos comiendo (la mayoría judías) en ventas, tabernas o simplemente en la calle.Ambiente del siglo XVII en la partida de cartas de la peña del Potorro. FOTO: Miguel Perdiguer

El vestuario de los actores era espectacular, en general todo el mundo se esmeró en la confección de los trajes, dándole más autenticidad los complementos como sombreros, gorros, diademas, tocados, barbas, perillas y muletas los “ tullidos”. Mi traje era de alquiler y lo que encontré fue medieval (total la moda de un par de siglos antes) a ver si el año que viene tengo el del Siglo de Oro, yo ya he tomado nota.

La llegada del Comendador con su Toma del pueblo y todo lo que se hizo en su honor como danza, teatro, cena, santa Misa, espectáculo de esgrima y demás, ¡parecía tan real! No me extraña que alguien se sintiera tan dentro del papel que lo viviera como propio. En algún momento hasta me pareció ver a Velázquez por la plaza.

Magnífica decoración y participación en la cena. FOTO: Andrés Añón.También pudimos visitar el Museo de Mas de las Matas, la Casa Feliu ya está prácticamente acondicionada para acoger todo el material histórico que tiene el GEMA (que es muy importante). La tarde del sábado nos congregamos allí muchos masinos y visitantes.

Los que tuvieron la suerte de estar en el momento y el lugar oportuno dicen que el Romancero ciego, acompañado de su lazarillo violinista no tuvo desperdicio, cuando olvidaba una estrofa o se “encasquillaba” volvía a empezar de nuevo, es una de las cosas que lamento haberme perdido. El correfuegos estuvo genial, los que hicieron el recorrido por calles, replacetas y rincones disfrutaron de lo lindo.En los juegos tradicionales se revivieron las típicas luchas de pastores. FOTO: Felipe Ordax

Resumiendo, que pensé en Arturo Pérez-Reverte, ¡cómo habría disfrutado! Él que tanto sabe y ha escrito sobre esa época; a ver si el año próximo puede venir. Un hurra por el GEMA, la comisión organizadora, actores, colaboradores y por todo el pueblo en general, porque de una manera u otra se implicaron en el evento.