"El regreso del Comendador" 

Lluvia de ideas (II)

Joquín Mir Sancho

Con esto “del Comendador” a los de la comisión o comité Organizador nos pasa lo que hasta ahora sólo le sucedía a Miguel Ángel Royo con sus “Charrradicas” de EL MASINO, que en cuanto estamos en un corro o reunión por seria que sea, antes o después sale el tema, y nos dicen que escribamos aclaraciones y matizaciones sobre lo que se ha oído aquí o allá, ...de cómo nos vestiremos o se vestirán aquellos, ...que si nuestra peña de labradores pobres que es más fácil, ...que si me servirán las sayas del arca de la abuela que aún guarda mi madre. Bueno, una auténtica gozada la que se está armando. También estas tertulias o “charradas” suelen contar con una “incontenida lluvia de ideas”: “...tenéis que traer demostraciones de cetrería que también llevan buitres que yo lo he visto...” “ ...y asturianos con una prensa de madera haciendo sidra con manzanas...” “¡hombre! ...asturianos, no creo que vinieran muchos asturianos por aquí cuando lo del comendador, además eso es de feria medieval que también los vi yo en Zaragoza” “...bueno, pues una taberna que se venda cerveza que entonces ya se bebía “...pero fresca ... o del tiempo ¿cómo la bebían...? pregunta uno, “¿... del tiempo?”, matiza otro, “que en Alemania la toman del tiempo y está bien buena ...”. 

Con lo de los oficios siguen las ideas, que esto más que lluvia ya es una apedreada,: se os han olvidado los pintores de brocha gorda, cierto, pintar con cal o enjalbegar en mayor menor medida se hacía, aparte de los artesanos y artistas que decoraban las iglesias y casas nobles, aunque aquí en Mas de las Matas nuestra magnífica iglesia barroca no se construyó hasta mediados del siglo XVIII, es decir, cien años después de la época en la que estamos centrando la recreación de “El regreso del Comendador”, pues el Siglo de Oro español abarca de finales del silo XVI a mediados del XVII, también los artistas del pincel tendrían cabida, sobre todo habiéndonos documentado tanto de los cuadros de los pintores de la época: Velázquez, Murillo, El Greco... podemos imaginarnos a algunos artistas con paleta en los diferentes lugares de la recreación pintando cuadros con escenas del evento para dejar constancia de él, al fin y al cabo en aquella época hacían el papel que ahora hacen los fotógrafos. Ah ¡... y ya que hemos citado la Iglesia, algunos nos preguntan por frailes o monjas relacionados con la zona, pues indicar que los conventos más cercanos eran los de Las Cuevas de Cañart, con los monjes Servitas cuyos legos salían por la comarca a mendigar y las monjas Carmelitas que hacían trabajos de labores de prendas religiosas para las imágenes u ofrendas de la zona, pero no debemos olvidar que el ambiente religioso estaba muy presente, el Comendador como ya hemos indicado era un religioso, un frayle en definitiva, de la Orden de San Juan de Jerusalén también llamados Hospitalarios, por otra parte también era habitual el paso de ermitaños o peregrinos de paso hacia unas ermitas más o menos de moda, por ejemplo La Virgen de Balma, La Virgen del Llovedor, etc. sin contar con los maleantes o pícaros que huían de un reyno a otro para esquivar la justicia o la Santa Inquisición. 

Según la documentación estudiada por Andrés Añón, a finales del siglo XVII, entre los profesionales que citan algunas fuentes había media docena de tejedores, tres alpargateros, tres albañiles, un carpintero, un espartero, dos herreros, un pelaire, un sastre, un tejedor, un escribano, dos notarios, un procurador, un médico, un maestro, un cirujano, dos escultores, un organista, cinco curas, un número indeterminado de frailes de cualquier hábito y hay que contar que la mayor parte de la población se dedicaba a la agricultura. Por cierto, a parte de la ambientación más o menos religiosa los párrafos anteriores os pueden inspirar, que os parecen unos artesanos elaborando matracas, carracas o tablillas de San Lázaro... y de enristradores de ajos o embrazadores de cebollas... 

Como ya sabéis, sobre todo los que presenciasteis el desfile de trajes de época, una fuente de documentación de indumentaria muy amena son las películas o series ambientadas en esa época, hace poco se ha visto por televisión “El perro del Hortelano”, en el GEMA tenemos “El Quijote” en dos versiones, una la que protagoniza Fernando Rey y otra Juan Luis Galiardo y “El Pícaro” de Fernando Fernán Gómez, aunque hay muchas más, pero sobre todo os recomendamos que leáis o releáis los libros en que se inspiran estas películas, la literatura del Siglo de Oro, ya veréis como os sorprende lo cercanos que resultan sus personajes. Sin ir más lejos ¿sabíais que “El Buscón” de Quevedo se editó por primera vez en Zaragoza? Fue en 1616, cuando nuestro pueblo empezaba a ser independiente, y el Librero que lo editó se lo dedica a un tal XXXXXXX de la Orden de San Juan de Jerusalén. Vaya, un colega del comendador nuestro. Sería interesante saber de qué pueblos era comendador él. Estamos en ello. 

En las oficinas del GEMA estamos a vuestra disposición. cortesano.