El pasado 30 de agosto unos cuantos de Masteatro viajamos en el tiempo hasta la Edad Media, lo hicimos en Ballobar (Huesca) en la Feria Medieval que organizan el último día de sus fiestas.

Todo el pueblo (de 1.100 habitantes) estaba tomado por tenderetes artesanales, caballos, aves rapaces, gaiteros, camellos, lavanderas, saltimbanquis y malabaristas. Además, miraras donde miraras todos iban vestidos acorde con la feria, hasta nosotros, o por lo menos lo intentamos.

En nuestro aspecto, era inclasificable: teníamos a una hippie sin furgoneta, al ciego del Lazarillo, a una reina muy brillante, al primo de Robin Hood con unas mallas a cuadros, a un calderero que casi lesionan unas mujeres por alborotador... Lo teníamos todo para no pasar desapercibidos, precisamente, pero estuvimos con nuestra indumentaria desde las 5 hasta después de la actuación y nadie se asustó de nosotros.

Ese día en Ballobar, alrededor de 1.200 personas abandonamos el siglo XXI para irnos al XV, ocupando todo el pueblo durante un día entero con su noche incluida. ¿Teatro? no, magia.