El chocolate de Angelines Mir
Anabel Royo y Eva Gutierrez

Anabel y Eva.- ¿Comenzamos de tú o de usted?

Angelines Mir.- De tú, así me haces más joven.

A y E.- ¿Cómo te llamas?

A.M.- Angelines Mir Virgós.

A y E.- ¿Cuál es el día de tu santo?

A.M.- El dos de agosto. Hasta ahora he celebrado mi santo el mismo día, pero el año que viene si cae en fin de semana lo celebraré el jueves para que todos los niños puedan venir, porque este año muchos estaban en la playa.

A y E.- ¿Cuándo naciste? Solamente tienes que decirnos el día y el mes.

A.M.- El día 21 de diciembre.

A y E.- ¿Dónde naciste?

A.M.- Aquí, en Mas de las Matas, en la calle San José número 7, una de esas casas que se han tirado.

A y E.- ¿Qué relación te une con Madrid?

A.M.- Me fui allí a vivir a los 11 años y he vivido allí cuarenta años.

A y E.- ¿Algún recuerdo de la escuela?

A.M.- Recuerdo cuando celebrábamos el mes de mayo, el mes de las flores. Recitábamos poesías durante todo el mes y cada grupo de niñas arreglábamos los jardines del patio, porque no estaba asfaltado y nos lo repartíamos en parcelas.

También recuerdo el respeto que le teníamos a las maestras, sobre todo a Doña Pabla, les teníamos cariño y las tratábamos con respeto, pero nunca con miedo.

A y E.- ¿En qué has trabajado hasta tu jubilación?

A.M.- En el negocio familiar, en la oficina. Teníamos el trabajo en nuestra propia casa.

A y E.- ¿Si volvieras a nacer cómo te ganarías la vida, de profesora de guardería o de párvulos?

A.M.- Si volviera a nacer no me importaría repetir lo que he hecho. Bueno, hubiera estudiado medicina para ser especialista en cirujía y operar a "destajo" a todo aquel que lo necesitar y no pudiera permitírselo. Eso sería lo único que cambiaría de mi vida.

A y E.- ¿Por qué te gustan tanto los niños?

A.M.- No se, me gustan con locura y lo que más me emociona en el mundo es la sonrisa de un niño cuando le dices algo.

A y E.- ¿Te han gustado siempre?

A.M.- Si, de siempre. En Madrid en lugar de hacer chocolate para todo Madrid, les hacía palomitas a los hijos de los empleados. Los viernes hacía una bolsica de palomitas y se la daba a cada padre para que cuando llegaran a casa se la dieran a sus hijos.

A y E.- ¿Son iguales los niños de ahora que los de hace 10 o 20 años?

A.M.- Los niños son siempre niños si se les trata con cariño en todas las épocas que ha habido y habrá. Todos los niños si los tratas con amor son buenos, no es necesario mano dura, es perder el tiempo. No se les puede gritar después de hacer algo si antes no les has dicho que lo hagan. Con mis sobrinos decían que los malcriaba, pero los educaba.

A y E.- ¿Por qué siempre les das chocolate, es más sano?

A.M.- El chocolate no lleva ninguna composición extraña, es todo natural. Es un alimento de niños con leche, cacao y azúcar.

A y E.- Cada vez nacen menos niños y tú haces mucho chocolate, ¿qué edad hay que tener para disfrutar de tu chocolate?

A.M.- Desde la guardería hasta que salen de la escuela y después a todos los que van creciendo y los conozco desde pequeños, aunque doy a todos los que vienen.

A y E.- ¿Cada vez que haces chocolate te sobra algo o siempre se te acaba?

A.M.- De los 40 litros que hago no sobra nada porque después lo que sobra lo reparto a la mañana siguiente.

A y E.- Pues muy bien. Te deseamos que sigas haciendo ese chocolate tan bueno muchos años más.

A.M.- Hago el chocolate para corresponder al cariño que me dan los niños y lo que pido al Señor y a la Virgen es que me concedan muchos años de vida para hacérselo.

A y E.- Muy bien Angelines, no pierdas la receta

A.M.- Tranquilas que no la perderé.