El aroma de las palomitas de maíz alerta los
sentidos de personas mayores como de jóvenes, y se les agua la boca por una
puñado. Hace que un día frío sea acogedor y que una película sea más
deleitable. Casi todo es mejor con unas palomitas de maíz y le encanta a la
mayoría de la gente. Si quieres hacer amistades inmediatamente, haz unas
palomitas de maíz y camina a través de un cuarto lleno de gente! Es uno de las
comidas ligeras más adorables de todos los tiempos, pero ¿de dónde vino y cómo
explota?
Nadie sabe exactamente de dónde vinieron las
palomitas de maíz o cuando fué la primera vez que una fué explotada, pero los
arqueólogos han estado bien “calientes” en cuanto a los rastros de las
palomitas de maíz, y han encontrado palomitas de maíz en alguno sitios
extraños. Uno de éstos lugares fueron las tumbas en la costa este de Perú donde
encontraron granos de palomitas de maíz que tenían 1,000 años de edad. Estos
granos estaban tan bien preservados que todavía se podían explotar! Orejitas de
palomitas de maíz fueron también encontradas en la Cueva de los Murciélagos en
el Centro Oeste de Nuevo Méjico las cuales alcanzaban 5.600 años de edad. Uno
de los descubrimientos más antiguos de las palomitas de maíz fue hecho en la
Ciudad de Méjico, donde polen de maíz petrificado, el cual era 80.000 años de
edad, fue encontrado enterado a 200 pies debajo de la ciudad.
Los arqueólogos creen que las palomitas de
maíz fueron originadas en Méjico, pero ellos saben que fueron crecidas en
China, Sumatra y la India años antes de que Cristóbal Colón visitara a América.
Para el tiempo que Cristóbal Colón llegó en el 1492, las palomitas de maíz se
habían extendido a través de Norte y Sur América y era disfrutada por casi
todas las tribus en América Nativa. Los nativos en las Indias del Oeste
trataron de venderle palomitas de maíz a Cristóbal Colón y a su tropa, pero no
fue hasta la primera Fiesta de Acción de Gracias en Plymouth, Massachusetts
donde los colonizas Ingleses fueron introducidos a las palomitas de maíz. Como
un regalo de la celebración, Quadequina, hermano del jefe Wampanoag Massasoit
trajo una bolsa de piel de venado con palomitas de maíz. Él, ciertamente,
entendía como se podía hacer amigos rápido!
¿Así que cómo las palomitas de maíz explotan?
Sólo las pepitas pueden explotar, y el secreto es el agua. Cada pepita contiene
una pequeña cantidad de agua almacenada en un círculo de almidón dentro de la
dura cubierta. Cuando se calienta aproximadamente a 450º F, la humedad se
convierte en vapor creando una presión entre ellos. Cuando la presión aumenta,
la cubierta eventualmente cede, y la pepita explota, permitiendo que el agua
salga como vapor y la pepita se vuelva al revés. Si usted alguna vez ha
explotado palomitas de maíz, sabe que ésta explota por todos lados!
Para evitar que las palomitas de maíz
exploten por todos lados, modernos tostadores de palomitas de maíz usualmente
tienen alguna manera para mantener las palomitas reprimidas. La mayoría de los
tostadores están cubiertos de alguna manera, pero la manera de explotar las
palomitas de maíz difiere grandemente. Hay tostadores de aire, tostadores
hechos para las chimeneas, bolsas diseñadas para la microonda, vasija de metal
diseñada para usar en el tope de la estufa, y otra variedad de máquinas que
utilizan calor y aceite. Aunque nuestros métodos de explotar las palomitas de
maíz son diferentes, no son tan diferentes a las que se usaron hace muchos
años.
Arqueólogos han encontrado unos explotadores
de palomitas de maíz bien antiguos en la costa norte de Perú los cuales son
fechados con la cultura pre-Inca Mohica alrededor de 300 AD. Estos tostadores
usualmente eran envases llanos cóncavos con un agujero en la parte de arriba y
un mango. A veces eran decorados con esculturas o pinturas de motivos (como un
gato). Sin embargo, no siempre necesitaban un tostador, los Nativos Americanos
solamente regaban aceite en una oreja de palomita de maíz y lo ponían cerca del
fuego. Las pepitas explotaban junto a la oreja, y hasta eran comidos de una
manera similar a la mazorca de maíz.
No importa como te gusta explotar tu palomita
de maíz, sólo tienes que asegurarte que explote, huela bueno, y que traiga a tu
lado amigos por un puñado de palomitas de maíz. Sólo asegúrate que haces
suficiente o sino te quedarás aguantando un plato vacío!
La asociación
Juvenalla estamos detrás de la adquisición de una maquina expendedora de
palomitas. Pensamos que una película es digestivamente mejorada con un buen
cubo de palomitas y un refresco. Si además el film es bueno... ni te cuento. Lo cierto es que hay muy pocos
cines en los que no se sirvan palomitas u otras chocolatinas. Es un vicio placentero
comer mientras deleitamos el arte del cine. Esperamos muy pronto poder dar este
servicio a los usuarios de nuestro cine masino.