Manos Unidas en Mas de las Matas
Alfonso Beleguer Celma- Párroco

Como nuevo en el lugar me piden la impresión sobre algo que ocurre en el horno y en la lonja de este pueblo a mediados de cuaresma y el sábado santo.

Lo que allí ocurre es algo alucinante, algo increíble sino se viera.

Lo que allí acontece en esos días comienza en otro lugar: en el corazón, en el alma de todo un pueblo que UNE SUS MANOS en solidaridad con la campaña de Manos Unidas.

Los que viven fuera o lean EL MASINO, les diré que lo que ocurre es que se elaboran pastas riquísimas (11.000 unidades aproximadamente) para dedicar el importe de su venta al proyecto que Manos Unidas presenta cada año. Esto es muy importante, pero lo más impresionante es cómo se hace. Todos los ingredientes necesarios son aportados gratis por muchas personas. Un grupo grande elabora las pastas. Un grupo de jóvenes se encarga de empaquetar y vender... y todos a comprar porque es para Manos Unidas.

¿Saben aquel dicho del sastre del Campillo?. Decían que cosía de valde y ponía el hilo. Pues aquí sucede todavía más: se compra la tela, se cose de valde, se pone el hilo y se compra la prenda. Todo el pueblo participa de una manera o de otra. Una participación especial es la del horno y de los horneros.

Con ser muy importante el resultado económico (600.000 pts. aproximadamente) lo que más me ha impresionado es la alegría, el entusiasmo que se ve en todo momento: en las reuniones, en el horno, en la venta, en los que compran...

En el horno y en la lonja no me cansaba de contemplar el entusiasmo que allí se ponía y la alegría que brillaba en las caras. Veía allí hecho realidad el lema de la Cuaresma de este año: "Hay más alegría en dar que en recibir". La alegría de compartir, la alegría de dar, la alegría de la solidaridad.

A toda esta movida precede una reunión en la Fundación de la Asunción y San José en la que las Hermanas hacen una reflexión sobre el hambre en el mundo, sus causas y posibles soluciones, soluciones que siempre pasan por la justicia y la solidaridad. Exponen el lema de la campaña y el proyecto concreto de cada año.

La campaña no se reduce a estos dos momentos, se hace también en Navidad (libros, camisetas), en febrero (colecta en Parroquia), fiesta de las Primeras Comuniones y para junio una cena o comida en la que el mejor manjar será la alegría de dar, convivir y compartir.

Al final de la Campaña nos dará el resultado económico: Es fácil que supere las 800.000 pesetas.

Si no han visto nunca la movida de las pastas de manos unidas en el Mas, les digo que merece la pena asomarse esos días al horno y a la lonja.

A quien me preguntó la impresión le digo que es de las cosas más bonitas que he visto. Por la alegría, por la colaboración, por el entuasiasmo. Y... las pastas, riquísimas.

Bendigo a quien sembró esta idea y a quien a lo largo de los años mantiene viva la llama de la solidaridad.