El pasado 23 de abril se programaron una serie de actos en el marco de la conmemoración del Día de Aragón. Varias entidades participaron en su organización. Libros, animación de calle e infantil... Lo cierto es que quien quiso acercarse pudo disfrutar de los mismos con mayor o menor grado de implicación. Y esto nos sugiere diversas reflexiones.

De un lado la necesidad de reforzar los puntos de encuentro entre las entidades culturales masinas de cara a dar continuidad a este tipo de acciones. Y hacerlo de forma más organizada y estable en el marco de una mesa de participación. Desde el Grupo de Estudios reconocemos que no siempre nos hemos “mojado” lo suficiente en esta dirección pero los nuevos tiempos que vivimos nos animan a pensar que el renovado proyecto del museo necesitará dotarse de un programa de animación no sólo para el público visitante sino también para el disfrute de la propia gente del pueblo.

Por otro, es preciso diseñar actividades donde converjan distintos grupos de edad, es decir, una programación verdaderamente intergeneracional que sirva para reforzar el sentido de comunidad si queremos dar sentido a otros proyectos más ambiciosos cuyo alcance también se quiere que repercuta en toda la población masina. Tal vez esto no sea tan fácil de improvisar y o no se pueda esperar a que quede cubierto por el voluntarismo. Incluso la animación cultural, como otros campos de la animación social, es un terreno muy profesionalizado y esto no es malo en si mismo, máxime si existe un acuerdo en torno a su utilidad.