BALADA DE OTOÑO
Jesús Serrano (15/11/62)


El ocaso, se ha quebrado
en el cristal de mi casa,
con sus rayos de acuarela
y su tristeza callada.


¡Ay, los ocasos de otoño,
cómo entristecen la nada!


Las hojas caen al suelo
y con ellas cae el alma.


Hay revuelo de vencejos
en la altura inmaculada
que van tejiendo inconscientes
infinitos pentagramas...


¡Quién pudiera descifrar
estas notas moduladas
que acaso son compases
de una obra wagneriana!.



Quisiera sentirme poeta:
Robar al cielo sus arpas
e iniciar unos compases
de una divina balada,
una balada de otoño
que el viento se la llevara
más allende de los mares
y que el eco la tornara.