EL OJO DEL PUEBLO
¿HAY SEGURIDAD EN LOS PUEBLOS?
José Manuel Pastor

Muchas veces nos hemos hecho la pregunta que reza en la cabecera de este artículo, y muchos son los motivos que hacen crear controversia alrededor suyo.

Los pueblos pequeños siempre han sido más propensos a acciones bandálicas, de mayor o menor importancia. Ha desaparecido ganado, han asaltado tiendas y bares, han robado coches, se han roto árboles, contenedores e incluso la última, y que me ha hecho reflexionar sobre esto, se ha incendiado voluntariamente una moto en la gasolinera del pueblo.

De un tiempo a esta parte, se podría decir que no. La gente demuestra una violencia y una actitud que jamás antes había llegado a ser tan patente. Se acusa a los inmigrantes que en pocos años han poblado la zona, a los jóvenes que están mucho menos controlados y son cada vez más intolerables y rebeldes. O a algún grupo radical de personas que viven en la contornada (hippies, skiners,...)

Sea cual sea el motivo, la verdad es que la tranquilidad reina por su ausencia. Yo mismo me atrevo a decir que he crecido con los sobresaltos típicos de las gamberradas juveniles de los chicos del pueblo, todos hemos hecho nuestros "pinitos", pero lo de ahora va mucho más lejos, y las "trastadas de crío" son las que menos preocupan.

Y siendo justo, pertenezco al pueblo de la zona que menos se debe quejar, en teoría. Mas de las Matas goza de un cuartel de la Guardia Civil y, se quiera reconocer o no, esto debe infundir respeto a la hora de violar la paz y concordia de esta villa. También es justo decir que los responsables de este cuartelillo han de velar por la seguridad de los pueblos circundantes, y al ser tan amplio margen es más difícil evitar alguno de estos actos delinquivos. Esto se contradice cuando la prensa asegura que Teruel es una de las provincias españolas más seguras y con más vigilancia por habitante.

Yo personalmente puedo decir que Teruel es la provincia con más controles de alcoholemia por habitante, de más vigilancia de carga y descarga. No digo que esto esté mal, pero mirándolo friamente, si un tractor lleva cinco o seis alpacas de más, que hacen sobrepasar su peso, pero correctamente atadas, no pueden perjudicar tanto como alguien que incendia una moto en una gasolinera en la que al lado residen dos familias, sin dejarnos por supuesto el vecindario.

Con esto doy a entender que quizás haya que poner una lista de prioridades a la hora de velar por la seguridad y las normas en la población. Cierto es que lo primero es concienciarnos el ciudadano de no perjudicar a nadie, y facilitar así el trabajo de estas personas sobre las que recae tanta responsabilidad; porque hay que reconocerlo, en un mundo cada vez más alocado y anárquico es cada vez más complicado imponer el civismo y la tolerancia entre los ciudadanos.

Esperemos que esto cambie en breve por bien de todos. Debemos colaborar, ser más comprensivos porque unos pocos agentes para toda una zona puede que sea demasiado desproporcionada.