El periodista y escritor aragonés Alfonso Zapater murió hoy en la capital aragonesa a los 75 años, informa en su edición digital Heraldo de Aragón, diario en el que desarrolló buena parte de su carrera profesional

Alfonso Zapater, nacido en Albalate del Arzobispo (Teruel) en 1932 y que llegó a ser finalista del premio Nadal en 1981, con la novela "El accidente", falleció hoy al no poder recuperarse de un infarto que sufrió el pasado domingo.

En 1966, comenzó su actividad profesional en Heraldo de Aragón, donde escribió numerosos trabajos y alcanzó notoriedad gracias a su sección "Zaragoza al día", donde mezclaba la crónica, el reportaje y la entrevista en un estilo personal y característico.

Su serie "Aragón pueblo a pueblo" se convirtió con el tiempo en un panorama de vida regional que incluyó a todos los núcleos de población de la Comunidad, recuerda en una semblanza el diario decano de Aragón.

Gran aficionado a los toros, Alfonso Zapater debutó como novillero con 17 años y lidió más de treinta corridas, a pesar de que su vocación parecía estar más decantada hacia la literatura, publicando en Madrid, en los años cincuenta, varios poemarios.

Su primer contacto con los medios de comunicación se produjo en la capital de España en Radio Juventud, pero volvió a Zaragoza y se incorporó al diario "Amanecer", desde donde pasó años después a Heraldo, en el que culminó su carrera profesional.

Autor de numerosos libros y de destacados artículos, como las inundaciones de Fayón, en 1967, o el incendio del hotel Corona de Aragón, en 1979, en el que murieron decenas de personas, Alfonso Zapater recibió el año pasado el premio de honor de la Asociación de la Prensa de Aragón (APA).

En los últimos años, resumió sus vivencias y biografía en el suplemento dominical "Heraldo Domingo" y mantuvo una columna diaria en la que repasó los principales acontecimientos de la comunidad.

Juan José Verón, presidente de la APA, manifestó a Efe que Zapater es "un maestro del periodismo aragonés", una referencia indiscutible que supo desentrañar y sacar a la luz muchos aspectos desconocidos de la tierra aragonesa y sus costumbres.