Añoranzas y recuerdos
Jesús Serrano Serrano

Con el paso de los años y a medida que se acerca la vejez, los recuerdos de la infancia en el pueblo se hacen más presentes.

Los nacidos en Barcelona o en una gran ciudad envidian a los que hemos nacido en un pueblo, porque además de la ciudad, tenemos un pueblo.

Muchos que emigraron a Cataluña en los años 60, al alcanzar la jubilación, regresan a sus pueblos de origen para acabar allí sus días y rememorar su infancia.

Sienten añoranza del pasado.

Para algunos los primeros años de emigrante fueron difíciles, pero al final consiguieron lo que de ninguna forma hubiera sido posible lograr en el lugar de origen.

Por los datos que se publicaron en EL MASINO, observo que se ha producido inmigración de muchos extranjeros a Mas de las Matas, como ha ocurrido en casi todas las poblaciones, principalmente en Cataluña.

A mi entender, si ha ocurrido este fenómeno y el Mas puede absorberlos e integrarlos es que la tendencia que nosotros vivimos en la década de los 60 se ha invertido.

De ser así, quiere decir que Mas de las Matas sigue siendo un pueblo vivo y que su censo de población se mantiene y con ello permite tener los servicios básicos indispensables en cualquier localidad, cosa que desgraciadamente no ocurre en otros muchos lugares de Aragón que por la masiva despoblación se han quedado sin escuela, médico, farmacia y comercios.

En Mas de las Matas, la Residencia permite además acoger a los mayores que ya no pueden vivir solos y así no acabar lejos de donde nacieron.

Del empuje reconocido de todos los masinos y de sus autoridades, dependerá que el pueblo vaya a más.